Ayer escuchamos una declaraciones de Colin Powell en las que anunciaba que dejaba de ser republicano. “Necesitamos que sean estadounidenses reales en quienes podamos confiar, que digan la verdad, que argumenten sobre la base de los hechos”.
No decía hechos, decía “facts” (aunque tiene menos mérito porque él habla inglés) . Así que sobre la base del fact y de la Verdad, Powell pide un nuevo partido republicano. De verdad y de hechos sabe mucho, pues fue el encargado de aportarlos para justificar la Guerra de Irak.
Para que los halconazos neocones que ensangrentaron el mundo y lo pusieron patas arriba sean voces de referencia mundial ha de haber un vuelco de las categorías de la realidad. Para que Colin “Armas de Destrucción Masiva” Powell se permita hablar de Verdad, el mundo ha de ser subvertido de un modo casi metafísico. Han de temblar sus ejes, han de bailar sus polos. Que la mentira sea verdad, y la verdad mentira, que la guerra sea paz y la paz sea guerra. Que nos volvamos majaras.
Y como sucedía entonces, allá por los años de Cañoncito Bush, Powell sigue teniendo sus ecos españoles. Casí se diría que son los mismos. El sábado se publicó un artículo de Ana Palacio, ministra de Exteriores cuando Powell mentía a la humanidad, en el que hablando sobre el asalto al Capitolio decía: “la sociedad organizada baluarte de la república, secuestrada por una turba enfebrecida por mentiras e informaciones tendeciosas que… bla, bla,bla”. El mensaje era el mismo, las verdades, pero en Palacio había una cierta insistencia semántica. Era revelador que hablara de baluarte y que su artículo empezara y acabara con dos frases: “América, arsenal de la democracia” y “Las herramientas indispensables para la batalla que libramos”. Qué cosa tan curiosa… Palacio hablaba de Verdad pero con las palabras arsenal, baluarte, batalla… ¡El subconsciente gritaba, estaba diciendo algo! El argumentario neocon es así. Hablan de virtud republicana y por debajo les emergen bombardeos.
Los halconazos de la guerra van por el mundo exigiendo respeto a la verdad. Para que algo ta extraordinario suceda, Verdad y Mentira se han de subvertir. Trump ha presentado infinidad de declaraciones juradas para solicitar una pericia del proceso electoral, ¿cuántas presentaron Powell y sus colinettes planetarias para bombardear un país?
Por el mar corren neocones, por el monte los halcones… Que los difusores de la No Verdad de Irak digan que lo de Trump es mentira es la mayor prueba a su favor.