Boho Club, la notable cocina de Diego del Río en Marbella

Hablar de Diego del Río es hablar de uno de los mejores cocineros andaluces. Tras muchos años de profesión, de hacer bien las cosas (siempre para el recuerdo su brillante etapa de ocho años en El Lago), ha encontrado en el Boho Club de Marbella un espacio perfecto para desarrollar su cocina con plena libertad. En este pequeño hotel de lujo se le da a la gastronomía el espacio que merece. Además, el restaurante cuenta con una muy agradable y espaciosa terraza, rodeada de jardines, perfecta para las noches veraniegas. Eso sí, pese al ambiente de lujo que se respira, las mesas, al menos las de la terraza, no tienen manteles.

Estuve en Boho Club el año pasado y la impresión fue muy buena. Algo que he ratificado en una segunda visita. Del Río es un cocinero de largo recorrido que domina la técnica y ejecuta una cocina académica, bien resuelta, muy fresca, que da protagonismo al producto y al sabor. A través de un menú degustación (95 euros) o de una carta con platos para todos los gustos, ceñidos a la materia prima de temporada, bien equilibrados, con un toque elegante en las presentaciones y sin complicaciones innecesarias. Estos días, como corresponde a un verano tan caluroso, las elaboraciones son especialmente ligeras, con mucha presencia vegetal. Informal y más ligera aún, la oferta de mediodía, que incluye también algunos arroces, sopas frías y carnes a la brasa. Y de lunes a viernes un menú con entrante, principal y postre por 28 euros.

La noche es más formal, con la posibilidad de elegir entre ese menú degustación de ocho pases o la carta. Nuestro menú empieza con una ostra en tempura con salmorejo verde y picada de apio y manzana, y con las ricas croquetas de carabinero. Llega entonces un bloque de platos que dan protagonismo a lo vegetal. Tres de ellos sin aporte de proteínas aunque en combinaciones que aportan mucho sabor. Primero una ensalada de calabacín con una leche de tigre vegetal, una especie de ceviche de manzana, apio y avellanas (repetir manzana y apio en dos platos casi consecutivos dentro del mismo menú me parece un error). Luego la sopa de maíz, sopa que ya me gustó mucho el año pasado y que Del Río mantiene en su carta. Y acierta, porque es de lo mejor de la cena. Con mojo de aguacate y verduras encurtidas, muy refrescante y ligera, perfecta para el verano. En tercer lugar la coliflor asada con curry rojo, pesto de almendras y coco frito. Arriesga el cocinero malagueño con este plato, la coliflor no es un producto fácil, pero el resultado es bueno.

Un cuarto plato de verduras ya incorpora la carne. Se trata de unos puerros confitados (estupendos) con presa ibérica y ponzu. Acertada combinación. Tiempo para el pescado con una lubina de calidad y en su punto acompañada con un sofrito de tomate y leche de almendra. El plato principal de carne es una presa ibérica (de nuevo una repetición de producto porque la presa ya iba con los puerros) marinada en cacao y café y con una picada de chocolate, coco y piñones que recuerda a un mole. Francamente bueno. Para rematar, un postre ligero a base de pera y helado de yogur y una paulova perfectamente ejecutada. En Boho Club hay una bodega de categoría y un sumiller, Richard Mena, que la trabaja con acierto. Para acompañar nuestro menú incluyó vinos como un fino Viña Corrales, el Cissus Solera 1972 de Rueda en damajuana, un riesling Wehlener Sonnenuhr 2012, un chardonnay  californiano de Kenwood, o un Mâcon-Verzé de Domaine Leflaive. Estupenda selección para una cena notable en un ambiente muy marbellí.