Y seguimos con las listas. Hace ya cuatro años que empezamos en el blog a completar la de los mejores restaurantes de Madrid con otra dedicada a las barras más destacadas de la capital, las que consideramos imprescindibles para tapear o picar. Una vez más tengo que aclarar que, igual que ocurre con la lista de restaurantes, se trata de una selección personal basada en las que conozco y que me gustan especialmente. Esas de las que nunca salgo defraudado. Seguro que faltan muchas porque las barras de Madrid son abundantes y variadas, y seguro que muchos blogueros van a echar de menos la suya favorita. Sin embargo, la minisección que se ha creado este año en las páginas de Madrid del diario ABC, en la que recomiendo cada sábado un sitio para tomar el aperitivo, me ha permitido visitar muchas más barras que en ediciones anteriores. Por eso encontrarán en esta lista de 2013 hasta seis novedades, una cuarta parte del total. Pero vamos con lo importante, la lista de mis 25 favoritas de este año, clasificadas, como siempre, por orden de preferencia.
1. VINOTECA GARCÍA DE LA NAVARRA. Montalbán, 3. En dos años se ha consolidado como la mejor referencia en Madrid. Gran trabajo de dos grandes profesionales, los hermanos García de la Navarra, Pedro en la cocina y Luis al frente de la sala y de la bodega. Buenas raciones tradicionales, desde unas bien seleccionadas anchoas o las croquetas caseras de jamón y pollo hasta unos chipirones encebollados, boquerones albardados o unos impecables callos. Luis, uno de los mejores sumilleres que ejercen en Madrid, ha hecho una selección de vinos que invita a beber. Sube 3 puestos.
2. VIAVÉLEZ. General Perón, 10. En esta barra se nota la mano de un gran cocinero. Paco Ron elabora tapas y raciones en las que salen a relucir su impecable técnica y su buena mano. La carta de la taberna, que es el espacio situado en la planta superior, es una auténtica tentación. Buñuelos de bacalao, albóndigas de calamar, salpicón de bogavante, chipirones encebollados, croquetas, mini hamburguesas… Y por supuesto la parte asturiana, que se refleja en las cazuelitas de fabada, de callos, o de cebollitas rellenas de bonito. Una muy buena bodega, con una veintena de vinos por copas y el resto en botellas, contribuye a hacer de esta una de las grandes barras de Madrid. Sube 1 puesto.
3. ARZÁBAL. Menéndez Pelayo, 13. Confortable local, excelente producto, buenas elaboraciones y la gran amabilidad de todo el equipo que encabezan Iván Morales y Álvaro Castellanos siguen siendo las claves de esta casa que hace dos años encabezó esta lista. Mantienen su alto nivel, aunque algunas pequeñas irregularidades la desplazan a este tercer lugar. Entre sus especialidades no hay que perderse las cremosas croquetas de ibérico o de boletus, los mejillones en escabeche, las cazuelitas de callos, las alcachofas fritas, los ahumados caseros o la mini torta de queso Azeitao. Y siempre con el complemento de una amplia y cuidada oferta de vinos. Baja 1 puesto.
4. ÁLBORA. Jorge Juan, 33. Entró el año pasado en la lista y ya se ha situado entre las barras más recomendables de Madrid. Aunque sólo fuera por la trilogía de jamones de Joselito y el resto de chacinas de esa casa de Guijuelo (atención a la coppa), o por las conservas vegetales de La Catedral (esos espárragos) ya valdría la pena acercarse hasta allí. Pero es que las raciones y pinchos calientes que elabora David García, entre tradición y modernidad, están muy buenas. Desde las mejoradísimas croquetas (de jamón ibérico, claro) hasta unas patatas con jugo de vainas, huevo, trufa y caviar. Buena carta de vinos y un equipo profesional extremadamente amable. Sube 5 puestos.
5. LAREDO. Doctor Castelo, 30. El año pasado encabezó esta lista como referente en Madrid del tapeo de calidad. Manejan un producto de lujo que los hermanos Laredo buscan por toda España y ofrecen luego en elaboraciones sencillas. Y además una carta de vinos difícilmente igualable. Callos, croquetas de sobrasada y de jamón, salmorejo, revuelto de erizos, mejillones de roca con mojo rojo, pulpo con puré de patata trufada, las espectaculares gambas rojas… Una gran barra que sigue estando entre las cinco mejores de la capital. Sin embargo, creo que la mayor atención al restaurante le ha restado unos algunos puntos. Baja 4 puestos.
6. RAFA. Narváez, 68. Más de 30 años lleva funcionando esta veterana marisquería, una de las más destacadas de Madrid. Además de sus comedores, dispone de una amplia y bien surtida barra, recientemente remodelada, en la que los mariscos, que se exhiben tentadores en la vitrina que da a la calle, son protagonistas destacados. Género excepcional, desde ostras gallegas a gambas blancas de Huelva o rojas del Mediterráneo, pasando por un estupendo salpicón. Su gran especialidad es una ensaladilla rusa, elaborada sin atún, que para muchos es la mejor de Madrid. Pero hay bastantes más cosas, incluido jamón de Joselito bien cortado. Repite puesto.
7. LA CATAPA. Menorca, 14. En 2012 se cambió a su actual emplazamiento y desde entonces no ha parado de mejorar. Miguel Ángel Jiménez desarrolla toda su habilidad como cocinero con una amplísima variedad de tapas y raciones de mucha calidad, casi todas basadas en productos de temporada. El salmorejo es de los mejores de Madrid, lo mismo que la tortilla de patata. Pero hay mucho más, desde una ensalada de pamplinas hasta unas enormes zamburiñas al horno, unos berberechos al vapor espectaculares por tamaño y calidad o unos riñones a la plancha. Sube 3 puestos.
8. PUERTA 57. Padre Damián, s/n. Ha acertado la familia Tejedor con su apuesta por las barras. Todas las del grupo funcionan muy bien, pero la mejor de todas es esta, enclavada en el interior del estadio Santiago Bernabéu. La ensaladilla, los callos a la asturiana y la tortilla de patata son tres imprescindibles, pero la oferta es mucho más amplia, incluyendo unas gildas de categoría, buenos fritos, cazuelitas de fabada y marisco de primer nivel. Baja 3 puestos puesto más por la subida de otras barras que por una pérdida de nivel.
9. LA MARUCA. Velázquez, 54. Ha sido la novedad más importante del año en Madrid en lo que a barras se refiere y ya entra directamente en el top. Desde el día de su inauguración, su amplia barra, rodeada de mesas altas, se abarrota a diario con un público que busca los pinchos y raciones de inspiración cántabra creados por Paco Quirós y su equipo. Pinchos del día, al estilo de los donostiarras, que se renuevan constantemente, y diversas tapas como la buena ensaladilla rusa con trocitos de anchoa picados, las imprescindibles rabas santanderinas, las croquetas de carne de cocido, los buñuelos de bacalao o las patatas bravas. Nueva en la lista.
10. EL FOGÓN DE TRIFÓN. Ayala, 144. Sólo la incomodidad de la pequeña barra impide que esta taberna de Trifón Jorge esté en un puesto más destacado. Aún así, vale mucho la pena acercarse hasta ella para disfrutar de una variedad de apetecibles raciones en las que la calidad de la materia es elemento fundamental. Las croquetas de morcilla, los caracoles, las habitas con chopitos, la ensalada de perdiz, el rabo de toro al vino tinto, los callos, las mollejas de lechal, o algún marisco del día forman parte de la tentadora oferta. Y además con los mejores vinos. Baja 2 puestos.
11. EL PESCADOR. Ortega y Gasset, 75. La acogedora barra de esta marisquería del grupo Pescaderías Coruñesas tiene una oferta de calidad que incluye, como es lógico, los mejores productos del mar: varios tipos de ostras, percebes, nécoras, espectaculares cigalas de Marín, almejas de Carril… Pero la oferta es mucho más amplia. Entre lo más destacado, pulpo a la gallega, salmón ahumado de la casa, tortillitas de bacalao, salpicón o calamarcitos de potera. Baja 4 puestos.
12. SURTOPÍA. Núñez de Balboa, 106. Fue novedad en 2012 y, a pesar de su reducido tamaño, se ha consolidado como la mejor barra gaditana en Madrid. José Calleja hace las que probablemente son las mejores tortillitas de camarones de la capital. No faltan tampoco un buen salmorejo, las papas aliñás, la ensaladilla sanluqueña o las croquetas de choco. Refuerza su posición la completísima oferta de manzanillas pasadas, cerca de treinta. Sube 1 puesto.
13. CAÑADÍO. Conde de Peñalver, 86. La sucursal del Cañadío santanderino entró el año pasado en esta lista y se mantiene con firmeza, aunque algo eclipsada por su “hermana menor”, La Maruca, que ha irrumpido con gran fuerza en este 2013. Aún así, su barra de pinchos elaborados sigue estando a gran nivel. Lo mismo que las rabas, las croquetas de chorizo de potes, las anchoas de Santoña, los bocartes o los buñuelos de merluza. Baja 2 puestos.
14. URRECHU. Centro Comercial Zoco de Pozuelo (Somosaguas). Es la primera barra de fuera de la capital que se incorpora a esta lista. En la planta baja del restaurante Urrechu, que regenta el cocinero vasco Íñigo Pérez, se encuentra un amplísimo espacio para el tapeo que responde al nombre de El Lagar. Decorado al estilo de las sidrerías vascas, se pueden tomar allí buenos pinchos tradicionales y otros más creativos similares a los que se encuentran en ciudades como San Sebastián o Bilbao. También buen jamón ibérico cortado al momento a cuchillo, quesos variados o platos de sidrería como la tortilla de bacalao. Para beber no falta la sidra vasca, aunque también hay una razonable oferta de vinos por copas. Nueva en la lista.
15. EL CANTÁBRICO. Padilla, 39. Como siempre y donde siempre. Uno de esos sitios imprescindibles a la hora del aperitivo y el mejor ejemplo de marisquería popular. Lleva más de sesenta años ofreciendo en sus mostradores de cinc todos los productos del mar, a precios asequibles. La clientela se inclina especialmente por las gambas blancas y por unos boquerones en vinagre que son de los mejores de Madrid, perfectamente acompañados con buenas patatas fritas, y regados con cerveza bien tirada. Sube 4 puestos.
16. BAR ALONSO. Gabriel Lobo, 18. Tras la modesta apariencia de un bar de barrio se encuentra un establecimiento muy atractivo. Abierto hace ya más de medio siglo, su actual propietario, hijo del fundador, ofrece en la barra un amplio surtido de buenas tapas y raciones tradicionales entre las que sobresalen especialmente las patatas bravas y los callos a la madrileña, que son para mojar mucho pan. También los populares torreznos, ensaladilla rusa, canapés de bacalao ahumado o de sardina marinada, y, si se tercia, algo de marisco del día, siempre a buen precio. Para beber, cañas de cerveza bien tiradas. Nueva en la lista.
17. EL QUINTO VINO. Hernani, 48. Una barra clásica y muy popular en la que sobresalen sus magníficas y cremosas croquetas. Atención también a la ensaladilla rusa, la otra gran especialidad de la casa. El resto de tapas y raciones no le va a la zaga: berenjenas fritas, caracoles en salsa, albóndigas, riñones, morcilla artesana de Burgos y mucho producto de temporada. Para beber, una completísima carta de vinos que hace honor al nombre del establecimiento y de la que se ocupa personalmente su propietario, Luis Rodán. Sube 3 puestos.
18. LA TABERNA DEL ALMIREZ. Maldonado, 5. Otra barra a la que perjudica mucho su reducidísimo tamaño. Una lástima porque su oferta es muy atractiva y se completa además con la posibilidad de comer de manera informal casi todos los platos navarros del buen restaurante que la acoge. Destacan la ensaladilla rusa, la tortilla de patata, la chistorra, el pincho de morcilla con huevo, los callos, la cazuelita del guiso del día, y un buen surtido de quesos. Además, vinos bien seleccionados, incluido algún champán por copas. Repite puesto.
19. JURUCHA. Ayala, 19. Esta barra, frente al Mercado de la Paz, es un auténtico clásico del aperitivo en el barrio de Salamanca. Lleva abierta más de 50 años y se mantiene inmutable con el paso del tiempo. La variada exhibición de pinchos que se reparte por su larga y estrecha barra recuerda mucho a la de los mejores bares donostiarras. Aunque todo está a muy buen nivel, sobresalen el pincho de tortilla de patata, los huevos rellenos, las croquetas, los tacos de bonito en escabeche con tomate y cebolleta, la ensalada alemana y el llamado “pajarito”, un emparedado de atún y mayonesa. Baja 3 puestos.
20. BODEGAS ROSELL. General Lacy, 14. Cuando las antiguas tascas madrileñas tienden a desaparecer arrastradas por una mal entendida “modernidad”, esta taberna castiza, fundada allá por el año 1920, ha sabido mantenerse fiel al espíritu con el que se creó. Azulejos de Talavera en la fachada, como manda la tradición, y en el interior una completa oferta para el aperitivo que tiene como protagonistas a los bacalaos, tanto al horno como rebozado o con alioli. Y con ellos raciones clásicas de Madrid como los callos o los boquerones en vinagre. Buena oferta de vinos y un servicio especialmente amable completan su encanto. Nueva en la lista.
21. LA GADITANA. Fuente del Berro, 23. Aunque mantiene su primitivo y minúsculo local de la calle Lombía, el traslado a este nuevo espacio, mucho más amplio, ha permitido a la familia Martínez ampliar y mejorar su oferta de tapas y raciones de su Cádiz natal. Muy logradas las tortillitas de camarones, bien fritas y sin grasa, y en general todas las frituras, especialmente el cazón de Conil en adobo, las láminas de berenjenas rebozadas con buen salmorejo y las ortiguillas. Fuera de carta, con frecuencia tienen un producto muy poco habitual en Madrid, los ostiones, rebozados y fritos, que quedan muy jugosos. La oferta de marisco es corta pero atractiva y con precios más que razonables. Sube 4 puestos.
22. DOCAMAR. Alcalá, 337. Este bar, situado cerca de la plaza de toros de las Ventas y que cumple este año medio siglo de vida, se ha hecho célebre por sus espléndidas patatas bravas, para muchos las mejores que se pueden tomar en Madrid. La clave está en las patatas de calidad que utilizan, la forma de cortarlas, una fritura lenta para dejarlas tiernas y bien doradas, y una salsa cuyo secreto guardan celosamente. Pero aunque las bravas sean el principal reclamo, en la barra de esta popular casa se ofrecen raciones bien tradicionales, desde oreja a la plancha hasta caracoles a la madrileña. Repite puesto.
23. CASA SANTOÑA. Avenida de Nazaret, 10, y Núñez de Balboa, 105. Sus anchoas artesanales, de excelente calidad, son la base de esta casa. Sobre todo las que denominan de clase extra, con un tamaño y una calidad excepcionales, simplemente aderezadas con un chorro de bien aceite de oliva. Pero la oferta a la hora del aperitivo no se acaba ahí. Raciones y medias raciones, desde mojama, cecina o sardinas marinadas hasta pulpo a la gallega, boquerones en vinagre o gambas a la plancha. Dos barras bulliciosas, con mucho ambiente. Este año han sido irregulares por lo que bajan 8 puestos.
24. LA DORADA. Orense, 64. Tras una temporada de cierta irregularidad, esta veterana y amplia barra, situada en un local independiente del restaurante, ha estado este año a muy buen nivel, especialmente sus frituras, en su punto y con aceite de calidad. Desde las tortillitas de camarones, crujientes y sin grasa, hasta el cazón en adobo, unos buenos boquerones, pijotas o acedías. También ensaladilla, coquinas o algunos mariscos del día. Nueva en la lista.
25. IO. Manuel de Falla, 5. En la planta baja del restaurante de Iñaki Oyarbide, una amplia barra y unas mesas altas invitan a disfrutar de un buen tapeo avalado por la firma del cocinero. En raciones o medias raciones se pueden tomar allí las cremosas croquetas de jamón y de bacalao que dieron fama a la familia Oyarbide en el desaparecido Príncipe de Viana, tomate de Tudela con piparras, tacos de merluza a la romana o incluso un poco de menestra navarra. También algunas cosas de inspiración oriental como los rollitos de vieira en hoja de lechuga o un tiradito de pez mantequilla. Nueva en la lista.
Salen de la lista Casa Revuelta, Hevia, Sylkar, Combarro, Jota Cinco y La Hoja.
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