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Blogs Fahrenheit 451 por Pablo Delgado

En busca del libro no publicado

¿Dónde se quedan esos manuscritos que las editoriales rechazan, y por lo tanto, nunca salen a la luz?

Pablo Delgadoel

Ya lo dijo Gabriel Zaid en Los demasiados libros: «hay más libros que estrellas en una noche de alta mar. En esa inmensidad, ¿cómo puede un lector encontrar su constelación personal, esos libros que mueven su vida a conversar con el universo? Y ¿cómo puede un libro, entre millones, encontrar sus lectores?

Actualmente parece que se escribe más de lo que se lee. La prueba está, cuando entras en una librería y te paras en la mesa de novedades a observar los libros que no paran de mirarte y gritarte con su portadas. Luego vuelves dos o tres semanas después y ya no están esos mismos gritos y miradas que se encontraban en el lugar de privilegio. La rotación es brutal. Pero, es el lector el que va acotando y afinando su búsqueda esencial de ese libro, que le llene, le haga pensar, le entretenga, e incluso una vez leído, le haya podido cambiar la vida. Un libro que lleve a otro libro, un autor que enlaza con otro autor, así se va formando cada uno su propia historia de lectura.

Si el lector va en busca y captura del libro, el escritor va en busca y captura del lector, porque un escritor sin lectores ¿para qué? En esa búsqueda cuenta con la ayuda esencial y primordial del editor, que hará llegar las palabras del escritor al mayor número posible de lectores. San Agustín cuenta en las Confesiones (VII, 12) que recibió del cielo un mensaje cantado: «Toma y lee». Abrió al azar las Epístolas de San Pablo y se encontró con unas frases que parecían escritas para él.

En ese paralelismo se encuentra la historia que escribió el autor consagrado de las letras francesas David Foenkinos (París, 1974) en 2017, con La biblioteca de los libros rechazados (Alfaguara), una historia original que gira alrededor del mundo del libro, que muestra los entresijos de una industria que a su vez se mezcla con la vida personal de unos personajes a los que el hecho de la aparición de un manuscrito no publicado, les cambiará sus vidas.

La historia se desarrolla en Crozon (Bretaña), donde un bibliotecario tuvo la idea inspirado por Richard Brautigan (1935-1984) novelista, poeta y cuentista estadounidense, perteneciente a la Generación Beat y de trágico final, se suicidó. Su obra más conocida es la novela La pesca de la trucha en América (1967). Decide entonces el bibliotecario Gourvec, albergar todos los manuscritos que han sido rechazados por los editores. Estando de vacaciones en la localidad bretona, una joven editora y su marido escritor visitan esa biblioteca de los libros rechazados y encuentran en ella una obra peculiar titulada: Las últimas horas de una historia de amor, novela escrita por un tal Henri Pick, fallecido dos años antes y que regentaba junto a su mujer una pizzería en la localidad. Según ella nunca leyó un solo libro y mucho menos escribió nada que no fuera la lista de la compra. Por lo que cabría preguntarse si tenía el autor de esa obra que enamoró a la joven editora ¿una vida secreta? Rodeado de ese gran misterio, el libro triunfa en las librerías, provoca efectos sorprendentes en el mundo editorial y cambia el destino de muchas personas, especialmente el de Jean-Michel Rouche, un periodista obstinado que duda de la versión oficial de los hechos. ¿Y si esta publicación no es más que un cuidado plan de marketing?

Una obra cautivadora en la que la narrativa de Foenkinos atrapa desde el primer momento hasta que se resuelve el enigma de quién escribió la obra y cómo pudo hacerlo. Pero, sobre todo, lo que transmite, es la importancia de los libros, incluso los no publicados y de cómo estos pueden llegar a influenciar en las vidas de los lectores, y de la importancia de las bibliotecas en donde poder almacenar esos ejemplares que marcan el rumbo de nuestras lecturas, resaltando la figura del bibliotecario, prescriptor junto al librero de muchas lecturas, además de ser, posibles ejecutores de la suerte que pueda tener un libro entre los lectores.

Según el bibliotecario Gourvec «de lo que se trataba no era de que nos guste leer o nos deje de gustar, sino más bien de saber cómo hallar el libro que nos corresponde. A todo el mundo le puede encantar leer si se cumple la condición de tener en las manos la novela adecuada, la que nos va a gustar, la que nos va a decir algo y que no podremos soltar. Para lograr ese objetivo había desarrollado, pues, un sistema que casi podía parecer paranormal: al mirar en detalle la apariencia física de un lector era capaz de deducir qué escritor necesitaba».

La biblioteca de los libros rechazados, es en definitiva, una novela que gusta, que conmueve por la vida de sus protagonistas, por su desenlace, reflejando -como la novela de Pick- la fantasía de ser otro, «el superhéroe cuyas capacidades extraordinarias no conoce nadie, el hombre discreto cuyo secreto consiste en tener una sensibilidad literaria imperceptible». Una narración elástica en la que confluyen casi todos los agentes esenciales para realizar un libro -faltaría el impresor, el maquetador e incluso el agente literario-, siendo rica en mantener al lector en vilo por el misterio, que se caracteriza por una variedad asequible de definir la unidad narrativa de la voz que la sostiene, el libro. Este es su verdadero eje y el centro conformador junto a la relaciones humanas, que si por un lado rozan zonas próximas al compromiso personal y por otro no renuncian a una investigación formal e interesante ni al culturalismo costumbrista que utiliza una odisea íntima y simbólica que atraviesa lo público y lo privado de forma indesligable.

Como colofón decir que, la biblioteca de los libros olvidados existe. thebrautiganlibrary.org. Inspirado por la visión de Brautigan en su libro The Abortion: An Historical Romance 1966, Todd Lockwood comenzó la Biblioteca Brautigan en 1990, alentando la presentación de manuscritos inéditos y abriendo las puertas a los visitantes interesados ​​en leerlos. Incapaz de mantener las operaciones de donaciones y bibliotecarios voluntarios, la Biblioteca Brautigan original se cerró en 2005 y su colección de manuscritos se almacenó. En 2010, la Biblioteca y sus contenidos se trasladaron a Vancouver, Washington, donde está abierta para los visitantes del Museo Histórico del Condado de Clark.

La biblioteca de los libros rechazados // David Foenkinos // Traducido por MAría Teresa Gallego y Amaya García // Alfaguara // 2017 // 18,90 euros

 

 

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