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Blogs Fahrenheit 451 por Pablo Delgado

El artista citador

Enrique Vila-Matas escribe sobre la difícil tarea de crear una obra y el posible anonimato del autor

Pablo Delgadoel

«Había llegado a ser un artista citador gracias precisamente a que de muy joven no lograba avanzar como lector más allá de la primera línea de los libros que me disponía a leer. La causa de tanto tropiezo estaba en que las primeras frases de las novelas o ensayos que trataba de abordar se abrían para mí a demasiadas interpretaciones distintas, lo que me impedía, dada la exuberante abundancia de sentidos, seguir leyendo. Aquellos atascos, que por suerte empecé a perder de vista hacia los dieciocho años, fueron seguramente la base de mi posterior afición a acumular citas, cuantas más mejor, una necesidad absoluta de absorber, de reunir todas las frases del mundo, un ansia incontenible de devorar cuanto se pusiera a mi alcance, de apoderarme de todo lo que, en momentos de bonanza lectora, viera yo que podía ser mío.

En esa ansia por absorber, o por enviar a mi archivo todo tipo de frases aisladas de su contexto, seguí el dictado de los que dicen que un artista lo absorbe todo y que no hay uno solo de ellos que no esté influenciado por algún otro, que no tome de algún otro lo que pueda si le hace falta. Absorber y absorber, y ante todo huir de las malas horas y de los malos tragos: ése fue mi lema cuando empecé a lograr liberarme del problema de los atascos en las primeras frases de los libros.

De ahí que, esa tarde de hace unos años, ese último viernes de octubre de 2017, con el país de Cataluña al borde de un colapso, mi inesperado retorno al bloqueo ante una simple frase me devolviera, en un primer momento, a un drama del pasado que aún tenía de vez en cuando peligrosa incidencia en mi presente porque boicoteaba mi trabajo de traductor; de hecho, muchas veces me había impedido mejorar en el ejercicio de esa profesión, pues era algo que, al bloquear de pronto mi capacidad de leer, me perjudicaba plenamente a la hora de traducir».

Este es el comienzo de la novela de Enrique Vila-Matas, Esta bruma insensata (Seix Barral), un texto que en su plenitud de condiciones es una indagación sobre la creación literaria, una reflexión que enlaza con las obras anteriores de Vila-Matas. Un texto maduro en el que su tono característico ofrece un punto de vista que uno advierte que es una encrucijada entre grandes tradiciones literarias, sobre la necesidad también de la lectura para absorber experiencia y conocimientos.

La primera voz que se escucha es la de Simon Schneider que trabaja para un autor de gran éxito que se hace llamar Gran Bros y que vive oculto en Nueva York desde hace años. Simon es un hokusai, es decir, un distribuidor de citas para otros escritores, entre los que se encuentra este Gran Bros que no es ni más ni menos que su propio hermano menor, que salió de Barcelona como un escritor del montón para luego convertirse en Manhattan en un autor de gran éxito. Éste es alcanzado gracias a que su hermano mayor le proporciona esas ideas y citas que luego él expone al mundo de las letras, además, con el aliciente que juega con el misticismo de la ocultación de su propia persona, al más estilo Salinger o Thomas Pynchon, siendo uno de los autores más buscados por los periodistas para descubrir quién se esconde detrás del Gran Bros.

Toda una maraña de personalidades y certezas invaden esta magnifica obra. Quién esconde a quién, quién es quién realmente; quién es el verdadero escritor de éxito. Todo envuelto en la gran prosa de Vila-Matas. Palabras que encierran en cada frase un elevado contenido de reflexión y verdad; de búsqueda y encuentro de un pasado que parece de ficción pero que encierra verdades y angustias que marcan el porvenir de sus protagonistas.

Con el trasfondo histórico, político y social de la Cataluña del año 2017, en la que el auge independentista estaba al máximo, Simon se dirige a Cadaqués, a la vieja casa que le dejaron en herencia a él y a su hermano sus desaparecidos padres. Una casa al borde del acantilado, que se convierte en un símbolo al borde de un abismo en el que las certezas se tambalean. Parece una huida a tiempo que puede ser una puerta abierta hacia la escritura sin aditivos, sin bloqueos, aquella que hace saltar por los aires los límites de la ficción y trasciende la experiencia personal e histórica, y concibe una geografía soñada por un alma liberada de todo. Hasta que recibe la noticia de que su hermano quiere verle en Barcelona. Su hermano que se encuentra en el total anonimato y que nadie ve ni conoce y Simon será el privilegiado en poder volver a verle, pero ¿por qué ahora?

«La angustia de la muerte, la angustia de saber que morimos totalmente solos y el resto del mundo sigue sin nosotros. ¿No es de esto de lo que en realidad habla la mejor literatura que hemos conocido? ¿No intenta la gran narrativa agravar la sensación de encierro y soledad y muerte y esa impresión de que la vida es como una frase incompleta que a la larga no está a la altura de lo que esperábamos?». Angustias, pensamientos, relaciones familiares, motivaciones, errores del pasado, miedos, se van juntando a lo largo del desarrollo de la historia pausada y pautada en su medición narrativa. No llegando a ser unas memorias al uso sino más bien una reconstrucción casi onírica de un tapiz que se va tejiendo e hilando a partir de lo escrito con una prosa pensada y llena de matices que dibuja sobre dicho tapiza intelectual un mapa vital lleno de reflexiones sobre la creación literaria y de aquellos autores que pueden llegar a estar en la sombra y que son realmente válidos.

En definitiva, una obra de de un carácter de meditación irónica e incluso humorística, del proceso de formación y deconstrucción de la escritura y su proceso creativo y de lo que puede llegar a significar. «No ignoraba que esa sensación de que no es nuestro lo que escribimos ha estado siempre, desde que existe la escritura. Ni ignoraba que la sensación había atravesado toda la historia de la humanidad, hasta llegar incólume a nuestro tiempo, indemne y tan fresca como en los días en que aquella sensación se originó». Y sobre ese autor de éxito que se va desdibujando sobre una bruma insensata.

Esta bruma insensata // Enrique Vila-Matas // Seix Barral // 2019 // 19,90 euros

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