Bieito Rubido el
Cuando las personas pierden la decencia, su prójimo no puede respetarlas. Es lo que ocurre con Arnaldo Otegui y los independentistas catalanes. Tras tanta vileza, es imposible incluso mirarlos con la condescendencia del perdón que se espera de los demócratas civilizados. Que el portavoz de ETA haya sido recibido en el Parlamento de Cataluña es como si a un nazi…Otros temas