Bieito Rubido el
El rencor, como la envidia, no sirve para nada. Es más, es cancerígeno. Ambos son la osteoporosis del alma. Por eso no le recomiendo a nadie que se quede atrapado en el pasado. Pero justamente la izquierda que se enseñorea del poder en España no puede presumir de ser ajena al resentimiento. Esa cumbre del pensamiento occidental que es Adriana…España