Bieito Rubido el
Resulta difícil explicar la pasión de Pedro y Pablo, que ayer celebraron su onomástica -es lo que tiene la cultura cristiana-, por los secretos. Ellos nos habían prometido que todo se haría con luz y taquígrafos, con trasparencia, cuando sus huestes ocupasen el poder. Ya están aquí; sentados en las poltronas. Ya lograron el «quítate tú que me pongo yo».…España