A la España actual le falta una estrategia de país. Somos buenos en muchas materias y los datos objetivos demuestran que estamos saliendo de la crisis. De alguna manera, lo urgente ha restado prioridad a lo importante. Y ahora lo importante es trazar un plan para los próximos veinte años. Se necesita una estrategia ganadora que garantice nuestro futuro, y esta solo puede partir de gestionar adecuadamente el presente. ¿De verdad cuenta con un proyecto para España la actual clase política? ¿Dispone España de un esquema de futuro cuando estamos dispuestos a entregar sectores tan estratégicos como la energía y las infraestructuras a empresas extranjeras, a llevarlos a territorios como Italia que, sin embargo, no permiten que el capital español muerda su tejido productivo? Resolver los aprietos de la crisis económica tal vez nos haya impedido mirar al medio y largo plazo. Tanto el Gobierno como la oposición deberían explicar a la ciudadanía qué idea de España tienen y qué diseño de porvenir nos proponen. Ya se sabe que un país sin estrategia es un país sin futuro.