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Blogs Bukubuku por Emilio de Miguel Calabia

Cartas desde Cantón (5) La lengua china

Emilio de Miguel Calabiael

Existe en español la expresión “Esto me suena a chino” para indicar un galimatías incomprensible. Otros idiomas tienen una expresión similar para indicar la ininteligibilidad del chino. Es el caso del árabe, del búlgaro, del catalán, del lituano, del neerlandés, del ruso… Cuando uno lleva estudiando chino una temporada se dice que algo de eso hay.

La gente suele pensar que la cuestión de los tonos tiene que ser difícil. Es cierto que lo es, pero con el tiempo puedes llegar a aprenderlos y a identificarlos en la conversación. Lo realmente endiablado es todo un conjunto de consonantes muy distintas del español. ¿Cómo distinguir “z”, que se pronuncia “ts”, de “c”, que también se pronuncia “ts”, pero más abierta? Distinguirlas es un juego de niños comparado con pronunciar “zh” y “ch”. La “zh”, según una página web que he consultado, se pronuncia como la “j” en la palabra inglesa “joke”. La “che” sería como una “ch” española que se ha ido de farra y se siente expansiva. Tanto la “s” como la “x” denotan el fonema “s”. Se distinguen en que la “x” tiene más aplomo, es como una “s” que quiere reafirmarse. Aparte de estos sonidos y otros más que no he querido comentar, están las combinaciones de sonidos endiabladas. Por ejemplo, una de las grandes ciudades de la provincia de Guangdong es Shenzhen. Desafío a cualquiera a que intente pronunciar una “sh” y una “zh” muy seguidas.

Las sílabas del chino pueden terminar en vocal, en “n” o en “ng”. Pues bien, eso es mentira. La “n” final se pronuncia muy tenue y hay veces que no consigo oírla. Y la “ng” no es realmente una “ng”, sino una “n” en la que la lengua se ha ido a la parte delantera del paladar.

El chino se translitera en alfabeto latino con el pinyin, un sistema desarrollado por lingüistas chinos en los años 50 para reemplazar a sistemas anteriores que estimaban que no representaban adecuadamente el chino. Uno pensaría que un sistema creado hace 75 años por un equipo de lingüistas transliteraría el chino a la perfección. Pues no. La letra “q” se lee como una “ch” española. La “b” y la “d” en realidad transcriben los sonidos “p” y “t”, mientras que la “p” y la “t” representan esos mismos sonidos con aspiración. Mi problema es que a veces oigo la “b” como “b” y la “d” como “d” y no siempre oigo la supuesta aspiración de “p” y “t”. La terminación “-ian” en realidad se pronuncia “-ien”. La “i” al final de sílaba se produce como “i” detrás de determinadas consonantes y como una “i” con asco detrás de otras.

Una cosa que me dicen regularmente es que como sé algo de tailandés, eso sin duda me ayudará con el chino. Va a ser que no. El chino y el tailandés tienen pocas palabras en común y aunque las tuvieran, el chino suele deformar de tal manera las palabras extranjeras, que serían ininteligibles. Un ejemplo: el chino tiene la palabra “julebu”, que es un préstamo del inglés. ¿Quién se imaginaría que “julebu” es la manera china de decir el “club” inglés? Lo de que el tailandés tenga tonos es incidental. El tailandés tiene más fonemas que el chino y sus palabras son más largas en comparación con las del chino, que las más de las veces es bisilábico. Yo cuando hablo tailandés simplemente espolvoreo el discurso con tonos, confiando en que caigan en el lugar adecuado, y dejo que la inteligencia de mi interlocutor haga el resto.

Si no cejo en el estudio del chino es porque ocasionalmente tengo alguna pequeña victoria que me reconforta. Por ejemplo, entrar en un restaurante donde la carta está en chino y los camareros no hablan inglés y saber que voy a pedir algo que tiene ternera, aunque no sepa si es una sopa, unos tallarines o ternera con brotes de bambú. O oír a la intérprete del hospital hablar con la doctora e imaginarme que están hablando de un medicamento norteamericano, porque he oído “meiguo” (América). Y ya he perfeccionado la pronunciación de una de las frases más útiles en cualquier idioma a partir de cierta edad: “Xishoujien zai nali?” (¿Dónde está el cuarto de baño?). Por cierto que en ocasiones el chino puede ser tan descriptivo como el tailandés. “Xishoujien” significa literalmente: “habitación de lavarse las manos”. Hace años me habría esmerado en aprender la frase “te amo”, pero los tiempos y la próstata cambian.

Llevo estudiando chino apenas tres meses y los expertos me dicen que aprender chino es una labor de toda una vida. No sé si tendré tanto tiempo por delante.

 

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