(Sonny Liew, el hombre detrás de Charlie Chan Hock Chye)
Tal vez fuera el trauma por la muerte de su padre o la impresión de que el tiempo se le iba y no había conseguido que su trabajo tuviera el impacto que deseaba, lo que llevó a Charlie a ir a la Convención del Comic de San Diego. Para triunfar, había que ir a la patria del cómic. De otra manera siempre sería considerado como un imitador de segunda de los modelos anglosajones. Charlie quería codearse con quienes consideraba sus pares y conseguir su reconocimiento. Hizo una carpeta con sus mejores obras, se endeudó y partió para San Diego, decidido a comerse el mundo.
La experiencia fue una desilusión. En palabras del propio Charlie: “Me hice una idea de lo que los cómics y la comunidad de los cómics pretendían ser. Pero no pasé de ser un extraño mirando desde fuera, incapaz de convertirme en miembro del club, por mucho que me hubiera gustado hacerlo.”
Tal vez lo único que sacara Charlie de la Convención fue la novela de Philip K. Dick, “El hombre en el castillo”. Se trata de una ucronía en la que las potencias del Eje ganaron la II Guerra Mundial. Esa obra le dio la inspiración para dibujar “Días de agosto”. En ella Charlie imagina una realidad paralela en la que no existió la Operación Coldstore y Lim Chin Siong se convirtió en Primer Ministro, mientras que Lee Kuan Yew marchaba al exilio autoimpuesto. En esa realidad paralela, el Barisan Sosialis al ganar las elecciones de 1963 y llegar al poder, se dio cuenta de que sus postulados económicos no servían y pidió los servicios del economista holandés Albert Winsemius, quien había visitado el país en 1960 como líder del equipo de valoración de NNUU. En el mundo real, Winsemius trabajó con el PAP y le dio la receta del milagro económico singapureño (bueno lo de que les dio la receta suena presuntuoso. Los líderes singapureños ya tenían las ideas bastante claras). La receta de Winsemius fue Singapur tenía que hacerse atractivo para los inversores extranjeros y la industria mediante el desarrollo de las infraestructuras, la estabilidad política, la disciplina laboral y la educación.
“Días de agosto” tiene algo de existencial. En un momento dado los protagonistas vuelven al Singapur previo a la independencia, el momento en que se pusieron las bases del futuro de Singapur y en el que las cosas hubieran podido ser diferentes. Lim Chin Siong y Charlie Chan vuelven al 12 de mayo de 1955, el día del incidente de los autobuses Hock Lee. Lim parte a ayudar a los huelguistas y a cumplir con su destino de fracasado. Charlie, que tiene una visión más clara de lo que el futuro les deparará, no le advierte. Cada uno tiene su camino.
Charlie se pregunta por su camino. Si repite lo que hizo, se encontrará con “una vida escribiendo y dibujando historias que nadie leería nunca. Ni dinero, ni reconocimiento, ni mujer, ni hijos.” Ve a un quiosquero, le compra un cómic y opta por repetir su camino. “¿Qué era la vida, sino una lucha entre la esperanza y la cruda realidad? Pero, de momento, soñaría con todos los cómics que me quedaban por dibujar… Con toda la vida que me quedaba por vivir… Y con todo lo que le quedaba ser a mí país.” Creo que esta frase es perfecta para poner fin a la trayectoria de Charlie Chan.
Aquí debería terminar esta historia, pero queda algo más.
Todo lo que he contado es una ficción inventada por Sonny Liew, que utiliza al personaje inventado de Charlie Chan para ofrecer una historia heterodoxa de Singapur y explorar algunos de los caminos que el país no tomó. Su análisis de la Historia de Singapur es agridulce. Aprecia el desarrollo económico que trajo el PAP y que hizo que Lee Kuan Yew pudiera titular sus memorias justamente “Del Tercer al primer mundo: la Historia de Singapur”. Pero echa de menos lo que se perdió para entrar en la modernidad y que el debate sobre libertades versus seguridad se escorase tanto por el lado de la seguridad. No obstante, para mí el libro es una oda enamorada a Singapur.
Por cierto, el cómic está editado en español por Ediciones Amok, una editorial osada que ha apostado por publicar en español novelas y cómics del Sudeste Asiático.
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