Con cara de espanto, susto o alucine. Cualquiera de los calificativos valdría para definir la expresión que se le quedó a la modelo Laura Ponte cuando escuchó la pregunta que un reportero le hizo minutos antes de que inaugurara el nuevo centro comercial de Pozuelo de Alarcón, Zielo, como madrina invitada. ´
"¿Qué opina de cuantos dicen que usted es la topo de palacio, la encargada de filtrar informaciones de la familia real?", fue más o menos la cuestión que le soltaron.
A Ponte no le dio un síncope ni tampoco una carcajada. Directamente "flipó" con que alguien pudiera pensar eso cuando se sabe y se conoce la fama de discreta y sumisa que ha tenido durante su matrimonio con un hijo de la Infanta Pilar.
Laura no necesita "soplar" nada de lo que ocurra o deje ocurrir entre los muros de palacio puesto que tiene trabajo suficiente como para ganarse honradamente la vida, algo que no todos los de ese entorno pueden decir. Ese día fue madrina de lujo porque así lo quisieron los responsables y su nombre no recibió ninguna crítica como me susurran que podría haber pasado con otras candidatas léase por caso el ejemplo de la mexicana Genoveva Casanova a quien mañana veré de madrina de la nueva colección de joyas Folie Folie.