La regla 9 del reglamento FIFA 2020-2021, al igual que la de la normativa de fútbol sala de Escuelas Católicas de Madrid (ECM), ha cambiado hasta de vestido, ya no se llama “El balón en juego o fuera de juego”, sino que es, simplemente, “Balón en juego”.
Esta diferencia formal no ha supuesto un gran cambio, pero lo que sí ha sido un cambio sustancial es el concepto del golpeo del balón en el árbitro cuando este se encuentra dentro de la cancha mientras está el balón en juego.
Antes, el balón se consideraba que estaba fuera del juego (no confundir con fuera de juego) cuando cruzaba completamente una línea de banda o de meta, ya fuera por tierra o aire; el juego había sido interrumpido por el árbitro; o si golpeaba el techo. Para el resto de situaciones, incluso cuando la bola rebotaba en los postes, el travesaño o el árbitro ubicado en el interior de la superficie de juego, y permanecía posteriormente dentro de los límites del “40*20”, se consideraba que estaba en juego.
Ahora, ese último caso, el de que el esférico impacte en el árbitro que se encuentra dentro de la superficie de juego, ha cambiado su regulación, considerándose un caso más en los que la pelota deja de estar en juego, pero solo en los siguientes supuestos:
Si tras impactar en el colegiado un equipo inicia un ataque directo, aunque fuera el que tenía la posesión, es decir, que se hiciera una pared con el árbitro.
Si el balón entra en una portería.
Si el “cuero” cambia de posesión.
Tras ocurrir esto, se reanudaría el partido con un balón al suelo a favor del equipo que tuviera la posesión antes de impactar con el “trencilla” de turno, salvo que este contacto árbitro-balón o el último toque de balón se produjese dentro del área, en cuyo caso el balón a tierra lo disputaría el portero defensor.
Javier Esteban
Otros temas
