Eduardo Redondo.
Con la primera jornada de competición de los Juegos Deportivos de Escuelas Católicas de Madrid (ECM) ya disputada, nos trasladamos hasta Tres Cantos para visitar un colegio emblemático, el centro Nuestra Señora de la Merced, que coordina desde hace cuatro temporadas Iván Varela. Allí, descubrimos un fantástico equipo de entrenadores que cada día se esfuerza por transmitir a sus jugadores conocimientos deportivos y valores indispensables para el desarrollo y crecimiento integral de los alumnos. De esta manera, inauguramos una nueva sección que semanalmente visitará uno de los centros participantes en la XXXVI edición de esta competición.
“El motivo principal por el que elegimos la competición de Escuelas Católicas es por los valores que defiende. Estos comulgan perfectamente con el ideario de nuestro colegio y esto es algo que nos llena y nos gusta mucho. Queremos que nuestros alumnos crezcan y compitan en un ambiente similar al que se pueden encontrar todos los días en el patio del colegio. Sabemos que hay muchas otras ligas, pero nos gusta ésta por el trato de los árbitros, de los entrenadores rivales y de las familias. Todos compartimos los mismos valores que son los que queremos transmitir a nuestros niños”, nos explica Iván a nuestra llegada.
En el enorme pabellón que tiene el centro se encuentran entrenando los equipos de voleibol de los cursos de primaria. Benjamines y Alevines aprenden a sacar de mano baja, mejoran sus toques de dedos y aprenden a rotar las posiciones. En la otra parte de la pista, los chupetines se divierten practicando juegos de psicomotricidad, aprenden a controlar el balón con la planta y sueñan con defender la camiseta de su colegio como hacen sus compañeros cada fin de semana. En las pistas exteriores se encuentran los equipos de competición de fútbol sala. Prebenjamines y Benjamines se preparan para el segundo asalto, una nueva jornada que arranca hoy mismo.
“Nosotros siempre decimos que nos dedicamos a formar personas y que el nivel deportivo es secundario. Si alguno llega a ser profesional en fútbol, en voleibol o en baloncesto seremos los primeros en alegrarnos, pero para nosotros es mucho más importante que cuando salgan por la puerta del colegio hayan aprendido la importancia del compañerismo, del juego limpio, del trabajo en equipo o del respeto. Estos son valores que aporta el deporte y que son muy importantes para el futuro de la sociedad”, nos asegura el coordinador del colegio mientras presenciamos los entrenamientos.
Todos los equipos son especiales para Iván, pero esta temporada hay uno en el que tiene depositada toda su ilusión: “Este año hemos sacado un equipo Alevín Mixto de baloncesto con el que estamos empezando y nos ilusiona mucho a todos. Es un equipo de chicos y chicas muy bonito. Además, tenemos tres equipos de fútbol sala y ocho de voleibol entre los que me gustaría destacar a los dos juveniles de los que estamos muy orgullosos. Desde la pandemia este es el deporte que más ha crecido y estamos muy contentos porque tenemos equipos de categorías grandes con muchas jugadoras”.
En cuanto a la filosofía de trabajo en su centro, Varela tiene claras una serie de premisas que son la seña de identidad de todos los equipos. “Nuestro objetivo es que los niños adquieran el veneno del deporte. No privamos a nadie de jugar, aceptamos a todos los alumnos e intentamos hacer equipos por edad. Además, intentamos mantener siempre los cursos para que los grupos de amigos de clase se trasladen al equipo de fútbol. Esto crea vínculos muy importantes y siempre es más divertido competir con tus amigos y compartir con ellos las victorias y las derrotas”, explica.
“Es verdad que aquí en Tres Cantos hay muchos clubes, pero los valores que encuentran los niños y las familias en el colegio no son los mismos. Para nosotros la meritocracia es muy importante y todos los niños son iguales. No existe el concepto de buenos y malos. Nosotros premiamos mucho a los jugadores que vienen a entrenar y se esfuerzan. Premiamos mucho el compromiso y la superación. Además, siempre repartimos minutos en los partidos y nos gusta que todos los niños jueguen en las dos partes o un set completo en voleibol o un cuarto en baloncesto. Todos tienen que sentirse importantes dentro del equipo y ver que su trabajo tiene recompensas”, añade.
Esta temporada participan en la competición un total de 855 equipos, una cifra récord para el departamento de Deporte Escolar y Valores que a su vez supone un reto a nivel organizativo. Más de 12.000 jugadores, 200 árbitros y 94 colegios se ponen en acción cada fin de semana para luchar por las medallas. “Valoro mucho el nivel de organización y la cercanía. Si comparas este tema con las federaciones, te das cuenta de que en ECM siempre están dispuestos a ayudarte. Los responsables del departamento son personas que llevan mucho tiempo en este mundo, que saben el trabajo que hay detrás de un equipo deportivo. Rápidamente te solucionan los problemas, te contestas al correo, se ponen en tu lugar…esto es muy de agradecer porque en la Federación de Madrid, por ejemplo, no pasa. Podríamos decir que se trata de una competición familiar”, declara con cariño Iván.
Sin embargo, sugiere a la organización un cambio en el protocolo de lluvia para intentar no desplazar a las familias los días que la climatología hace imposible la práctica deportiva. “Sé que se trata de un tema difícil de solucionar y en el que no vamos a estar de acuerdo todos los coordinadores, pero habría que intentar evitar desplazamientos absurdos como el que vivió uno de mis equipos la temporada pasada. Tuvimos que ir cuatro veces al centro de Madrid para disputar un partido de categoría prebenjamín. Yo sugiero que si el partido se suspende más de dos veces y el equipo visitante tiene pabellón, como era nuestro caso, se altere el local y el visitante para poder disputar el encuentro de manera obligatoria”, propone.
Con tan sólo una jornada disputada es pronto aún para pensar en las medallas que se decidirán en el mes de mayo, pero para el coordinador de Nuestra Señora de la Merced de Tres Cantos el oro y los títulos tienen un significado diferente. “Para nosotros, nuestra medalla es que todos los equipos que acaban de comenzar la temporada la terminen con los mismos jugadores y, si es con más, será que hemos hecho las cosas bien y habremos ganado el oro. Nuestra medalla la ganamos por seguir creciendo en el número de equipos y de jugadores”, concluye.
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