Eduardo Redondo.
Tras el pequeño parón que vivió la competición el pasado fin de semana, la actividad regresa a las pistas deportivas, si la climatología lo permite. En nuestro viaje por los colegios participantes en los XXXVI Juegos Deportivos de Escuelas Católicas de Madrid, esta semana nos trasladamos hasta la emblemática Calle Serrano de Madrid, concretamente al número 200, donde se ubica el colegio San Patricio Serrano. Un centro que participa en la competición desde sus orígenes. Olga González es, desde el año 2013, su coordinadora deportiva. Amante del deporte de la canasta, ha sabido hacer de su pasión su profesión. Con una dilatada y exitosa carrera deportiva, ha conseguido transmitir y plasmar todos sus conocimientos adquiridos en el deporte profesional a una actividad extraescolar que cuenta con 13 equipos inscritos en la competición esta temporada. Cabe recordar que, en este centro, sólo se imparte clase hasta 6º de primaria, por lo que alcanzar dicha cifra de equipos es todo un éxito.
“Nuestro centro cuenta con casi 700 alumnos. En baloncesto, que es nuestro deporte principal, tenemos más de 250 niños. Es verdad que también ofrecemos la posibilidad de jugar a voleibol y a los más pequeños multideporte, pero en este colegio el deporte rey es el baloncesto. Para nosotros es muy importante que todos los niños practiquen deporte en el centro, que desde que entran quieran formar parte de nuestros equipos. Fomentamos mucho los hábitos de vida saludables porque consideramos que se trata de un tema indispensable en la sociedad en la que vivimos. Para nuestro colegio, como parte del grupo Inspire, el deporte es un pilar fundamental, junto con la excelencia académica y las artes”, explica Olga, coordinadora deportiva.
Desde los orígenes de los Juegos, el colegio San Patricio y sus equipos han sido fieles a la competición. “San Patricio elige la competición de Escuelas Católicas porque los valores priman por encima de todo. Es verdad que en Madrid hay más ligas, pero para nosotros esta es la idónea porque los conceptos de formación y deporte están muy ligados. Creo que esto es algo fundamental para el deporte de base”, asegura González en base a su experiencia.
El éxito del proyecto deportivo que la coordinadora lidera en Serrano desde hace más de 10 años radica en una serie de aspectos que en San Patricio son fundamentales. “Para nosotros ganar no es lo principal. Insistimos mucho en la importancia de aprender a ganar y a perder, pero, sobre todo, primamos que los alumnos se sientan a gusto cuando hacen deporte. Para mí esto es lo más importante. Las divisiones de los equipos vienen muchas veces motivadas por el número de inscripciones. Cuando tenemos que hacer dos equipos de la misma categoría cuidamos mucho las necesidades de cada alumno, tanto a nivel académico, como a nivel deportivo. Además, intentamos que siempre tengan a algún amigo con el que se sientan seguros dentro del grupo”, expone.
“Además, desde el departamento de Educación Física tenemos un proyecto de Inteligencia Emocional en entornos Escolares. Todos los alumnos tienen parte de su nota atendiendo a este aspecto. Trabajamos situaciones de ‘role playing’ con casos prácticos que no sean lógicos para ellos. Por poner un ejemplo, una falta que no es falta, una canasta que no vale… Esto les enseña a saber reaccionar con sus compañeros. También les ponemos en el rol de ser árbitros para que sepan cómo deben comportarse. Con estas dinámicas lo que buscamos es despistarlos, sacarlos de situaciones habituales para que aprendan a empatizar y a trabajar en equipo que es algo básico. Este tipo de iniciativas las llevamos a cabo en el ámbito académico y en las actividades extraescolares”, añade.
Olga compagina su labor como coordinadora deportiva con las clases de Educación Física. “Yo llegué al colegio San Patricio Serrano como entrenadora de baloncesto. Para mi este deporte es un modo de vida. Tuve la fortuna de que la persona que era responsable de deportes fue padre y el colegio me dio la oportunidad de iniciarme en la docencia. Justo en aquella época yo estaba terminando mi carrera y desde entonces no he vuelto a salir de colegio”, recuerda.
En este sentido asegura que “se trata de un aspecto básico que la figura del coordinador deportivo forme parte del claustro. Conocer a los niños en su día a día es algo esencial. Además, esto te permite fomentar el deporte en diferentes ámbitos, realizar los equipos de la manera más apropiada o conocer las necesidades de cada jugador. La formación integral de la que tanto se habla depende de muchas áreas y, si sólo nos fijamos en lo bien o mal que realiza deporte o en el expediente académico, estaríamos clasificando a los alumnos de una manera errónea. De hecho, a la hora de hacer los equipos, los entrenadores me dicen muchas veces: “Olga no te tienes que fijar en las notas de febrero y de junio para hacer los equipos”. Mi intención es buscar lo mejor para cada uno de mis alumnos, que se encuentren motivados y que todos quieran repetir el año siguiente”, asevera.
Hablando de la competición, Olga se muestra satisfecha: “Lo que más valoro de la organización es que escuchan a los coordinadores de los colegios y tienen en cuenta nuestras sugerencias. Si algo de lo que propones no se puede llevar a cabo, siempre te intentan justificar el por qué. Es una institución que quiere crecer y lo más importante es que escuchen a los participantes para conseguir una competición mejor”. Sin embargo, lanza una sugerencia: “Creo que habría que realizar una modificación en los protocolos de lluvia. Ahora mismo, en la situación en la que nos encontramos, deben acudir a los partidos los entrenadores y el árbitro y no los jugadores, pero creo que esto es algo que no todos los colegios tenemos claro. No sé cuál es la fórmula más apropiada, pero creo que deberíamos encontrar otra manera para que este protocolo sea más fácil y no se tenga que desplazar nadie. Un día de lluvia no tiene que ser una depresión para los jugadores, ni un agobio para los entrenadores”.
Para terminar, Olga nos habla de sus experiencias personales. Pocos coordinadores de los Juegos ECM tienen su trayectoria deportiva. “Me considero una persona con mucha suerte, no sólo por las oportunidades que he tenido, sino también por los resultados que he conseguido. He competido en campeonatos de España como entrenadora principal en los últimos cinco años, como entrenadora ayudante y como delegada. En los tres últimos hemos hecho historia consiguiendo tres finales consecutivas en cadete femenino representando a Madrid. La última ha sido plata, el anterior oro, campeonas de España y la anterior fue plata también. En la selección española estoy en edad de formación U14 y U15 y este año tuve la oportunidad de conocer el mundial U18 en 3×3. Ahora trabajo con el Club Estudiantes, con un Junior Femenino e intento compaginar la vida deportiva y la familiar, pero siempre teniendo muy presente el deporte en mi vida”, explica.
Como amante del deporte, Olga defiende los valores que aporta su práctica a las personas. “No veo otra forma de vivir que no conjugue el deporte y la educación. En mi caso, al menos, es así. Yo vivo por y para el deporte. El deporte te educa en multitud de valores como el saber estar, te pone retos diarios y, sobre todo, te enseña la importancia del esfuerzo para conseguir un objetivo. Te enseña lo que significa el sacrificio. El deporte es una obligación que se acaba convirtiendo en necesidad”, concluye.
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