La regla 3 del nuevo reglamento FIFA 20-21, al igual que la de la normativa de Escuelas Católicas de Madrid (ECM), ha cambiado en forma y contenido. Su nombre se ha visto reducido de la siguiente manera, de “El número de jugadores” ha pasado a ser “Los jugadores”.
Además de ese nimio cambio de nomenclatura ha sufrido una matización muy básica en el número de sustitutos que pueden calentar a la vez por cada equipo, que se ha visto reducido a cinco, pero lo realmente importante es que las faltas dentro de la pista ya las pueden cometer además de los jugadores, los sustitutos y los oficiales, e incluso cualquiera de estas tres figuras encontrándose expulsadas.
Por ejemplo, si un jugador expulsado; un sustituto, expulsado o no; o un oficial, expulsado o no; entrara en la superficie de juego, interfiriendo en el mismo, sería sancionado su equipo con tiro libre directo o, si la interferencia se produjera dentro del área, con penalti.
Otra cosa distinta es la sanción disciplinaria que conllevaría esa intervención que, aunque es adelantase a la regla 12, se puede confirmar que es expulsión (tarjeta roja), salvo en el caso de que el infractor sea un miembro expulsado del equipo. En este caso no podría recibir una segunda tarjeta roja, pero el árbitro sí debería anotar la incidencia de su entrada en pista en el informe arbitral para que los órganos disciplinarios valorasen a posteriori.
¿Qué tiene de positivo este último cambio? El evitar que un equipo saque provecho de tener un miembro expulsado que entre al campo a cortar una ocasión de gol cuando este fuera a introducirse en la meta, por ejemplo, y que, con el reglamento anterior, al considerarle un elemento externo al partido, se reanudaría el juego con un inofensivo balón al suelo al borde del área.
También que un equipo, cuyo sustituto cortase una ocasión de gol dentro del área y se llevara una tarjeta amarilla por entrar al campo sin permiso y otra por intervenir en el juego, solo recibiera de castigo, ante tal ofensa, un tiro libre indirecto al borde del área.
Además de evitar que, si la acción anterior fuera cometida por un oficial, su penalización quedase limitada a una expulsión y un balón al suelo como ocurría con el anterior reglamento.
En definitiva, el cambio sustancial es que el componente de un equipo inscrito en acta ahora es miembro del mismo durante todo el partido y a todos los efectos, expulsado o no, y una acción suya dentro de la pista tendrá un castigo equilibrado con la gravedad de la acción que cometa.
Javier Esteban Salcedo
En la cancha
