Sandra Serrano
En la mañana del sábado, 25 de enero, nos desplazamos hacia el colegio Inmaculada Concepción para ser testigos del desarrollo del partido de fútbol sala, en la octava jornada de los XXV Juegos Deportivos de Escuelas Católicas de Madrid (ECM).
Sobre el terreno de juego, el equipo local compuesto por Alberto, Daniel, José Antonio, Francisco, José, Jorge, Juan, Carlos, Renzo y Ricardo, calentaban bajo las directrices de Rubén Rodríguez.
A punto estaba de comenzar el enfrentamiento entre la escuadra local de color azul y la marea roja visitante del colegio Calansancio, cuando el árbitro veterano, Ángel López, se dirigió hacia el centro del campo con el balón en las manos. Todos los vestigios apuntaban hacia un encuentro reñido porque ambos banquillos hormigueaban de impaciencia mientras que los entradores apuraban sus últimas indicaciones antes de comenzar.
El primer gol no se hizo esperar y en el tercer minuto, Alberto Nova, consiguió la primera alegría para sus compañeros. Los componentes del Calasancio, Diego, Pablo, Rafael, José María, Juan, Álvaro y Nicolás, no daban crédito a sus ojos porque un lanzamiento que reboto en un defensa se coló en la portería ante la cara de sorpresa del portero que poco pudo hacer al respecto. Tras el jarrón de agua fría, Ramón Chamorro, entrenador del Calasancio instó a sus chicos a despertar.
Nicolás, bajo los palos de la portería, no paraba de dar instrucciones a sus compañeros; con un gol, ya había tenido suficiente, no estaba dispuesto a encajar más. La muralla roja intensificó su defensa y probó suerte con varios lanzamientos, todos en vano porque rozaban los palos sin acercase a la diana. La suerte no estaba de su parte, uno de los lanzamientos golpeo un palo y reboto al otro por la línea de gol sin cruzarla. Mientras tanto, el equipo local intentó sorprenderles desde la mitad del campo sin éxito.
En la segunda parte los juveniles locales continuaron dominando la escena en general; sin embargo, poco a poco, el Calasancio fue ganando terreno hasta contenerles en su lado del campo. Desgraciadamente, no fue suficiente. A falta de un minuto para el final, un saque de banda a favor del equipo Inmaculada Concepción se transformó en gol, cuando el segundo portero del Calasancio, José, no fue capaz de retener el balón entre las manos. De esta forma tan inesperada, en una jugada aislada, Daniel Ortiz, sentenció el partido con un 2 – 0 para el equipo local.
Baloncesto
Un par de horas más tarde, fue el turno del basket en la categoría cadete femenina. En la cancha de parquet del colegio Claret, dos equipos se afanaban en entrar en calor y poner a tono los cinco sentidos.
Laura Rubio animaba a sus jugadoras, Maria, Ana, Blanca, Sofía, Elena, Inés e Irene, para que le sacarán el mayor partido al calentamiento practicando las entradas a canasta y los tiros libres, consciente de que el equipo adversario, quintas en la tabla a tan solo un escalón por debajo suyo, no se lo iba a poner fácil. Frente al otro tablero, el equipo formado por Alicia, Beatriz Sánchez, Miren, Emma, Patricia, Bea, Silvia y María, parecía muy concentrado, un buen partido sería suficiente para ponerse por delante del equipo local más cerca del acceso a la fase final.
A las 12 empezó el partido y la excitación aumentó notablemente, había mucho en juego y las participantes se movían ágiles hacia sus respectivos objetivos. El equipo local empezó presionando con mucha fuerza, al acabar el primer tiempo ya habían conseguido una ventaja de siete puntos. En el segundo cuarto continuaron presionando con tanta dureza que Bernadette a penas llegaba a la canasta.
En el ecuador del partido, el partido mantenía la incertidumbre del final porque a pesar de la clara ventaja del Claret, las chicas de Bernadette no daban señales de aplacarse, al revés, comenzaban a mover el balón y llegar a la canasta más rápidamente. En los dos últimos cuartos, mejoraron el ataque frente a la presión del Claret, la defensa se hizo más clara y las tornas cambiaron. El juego se intensifico, hubo muchos contactos, muchas luchas. El partido estaba muy interesante.
El equipo Claret se movía al mismo compás de fuerza y de entusiasmo. Por el contrario, el equipo rival no se mostró tan compacto y a pesar de encestar más balones en la segunda parte y contar con la presencia de Elena Vázquez, sin duda “the Most Value Player (MVP)”, no fueron capaces de igualar el marcador. Tras el pitido final, la victoria se quedo en casa con un tanteo de 40 – 39.
Un final de infarto para el segundo partido protagonista de la octava jornada de los XXV Juegos Deportivos de ECM. No obstante, para seguir la actualidad del campeonato durante la semana, no olvidéis visitar este blog, la cuenta twitter @DeportesECM o en la web de ECM
