Tres horas de ceremonia y un rollazo salvo algunos momentos. Y eso que yo voy entregada siempre a los Emmys (el enlace es con los nominados y ganadores, y aquí la alfombra roja). Me alegro mil, claro, de que Tina Fey haya subido tres veces al escenario (sin contar la primera, cuando salió con Amy Poehler a presentar al mejor actor secundario de comedia). Como escritora, como actriz y como creadora. Ole tus gafas. Me alegro también por Laura Linney y por Paul Giamatti (John Adams). Y aunque adoro a Jean Smart desde Chicas con clase, ya sabemos la debilidad que hay por aquí por Kristin Chenoweth (me acabo de comprar el disco del musical Wicked, grabado por ella, aunque ya no esté en Broadway , ella, que si no allí que me plantaba).
Me ha gustado cómo Jimmy Kimmel (que antes los había tenido en su divertido pre show) ha dado el Emmy a los presentadores de realities (que eran los presentadores de la gala), dándoles de su propio veneno, amagando el nombre. Poniendo anuncios y hasta un avance del informativo (como estoy en Washington y lo he visto en la ABC, eso es lo que yo he visto, no sé qué habrán hecho en AXN o en SET en Veo, tell me, please).
Me ha gustado cuando Tom Hanks ha salido como productor a recoger el Emmy por John Adams y ha llamado mamá a Sally Field, que lo presentaba (mamá Gump le había preguntado si había sido un buen chico al dárselo). Me ha gustado Conan O’Brien (‘Katherine Heigl me ha dicho que yo no tenía material que mereciera la pena para los Emmy’). Me ha gustado el vídeo del principio (y a Hurley, de Perdidos, diciendo ‘El avión, el avión’, que es lo que el tontarra de Hervé Villechaize soltaba cada semana en La isla de la fantasía). Y el de Shock it to me (aunque Dana Delany debe llevar cuidado con el efecto salero de los brazos).
No me han gustado los pocos planos de los asistentes (y de los que no habían ganado). Ni el aspecto plastificado de Mary Tyler Moore (cuánta subnormal; bueno, pero es que he ido al cine a ver The Women y si yo fuera Meg Ryan me daría vergüenza salir a la calle, salir en pantalla no te digo, con lo bien arrugada que sale Annette Bening). Tampoco me ha gustado que muchos de los ganadores no estuvieran (ni Dianne Weist por el coñazo de In Treatmen ni Tom Wilkinson por John Adams). Me han encantado los anuncios de American Express con Tina Fey y Scorsese, el del Macys con películas viejunas (por supuesto, con Natalie Wood) y el de Soy un PC.
Como estoy por aquí me voy a perder el estreno de Mira quién baila (a cambio el mismo día, lunes, estrenan Dancing with the Stars, con la gran Cloris Leachman), el de Plutón Verbenero y otra cosas (así que espero reportes, y sí, ya sé que está la página de TVE pero es que tengo una conexión a pedales y no tengo tiempo). Y tampoco es que vaya a ver los grandes estrenos de la season (aunque enero sea el nuevo septiembre, que pensarán los fans de Perdidos). Creía que por lo menos iba a poder ver las vueltas de Ugly Betty y Anatomía de Grey el jueves, pero la que no va a volver al hotel hasta después de las once soy yo. Y siento mucho no estar ya para el estreno de Little Britain America en la HBO el domingo que viene. Además de sacar un astronauta (vestido de astronauta, como nuevo personaje), tienen una promo bestial. Matt Lucas, como la tía del Fat Fighters está sentado al lado de Rosie O’Donnell y le pregunta si es lesbiana porque está gorda o está gorda porque es lesbiana.
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