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La ‘scandalización’ de Florencia

Rosa Belmonte el

Como veo ‘Scandal’ a ritmo de Fox, llevaba unas semanas sin el chute de las loqueras de Shonda Rhimes. Unas semanas sin el mayor placer culpable de la televisión actual, sin nuevas aventuras de Olivia Pope, sin saber qué pintaba el Gran Hermano Scott Foley. Bueno, pues ya han empezado a poner episodios nuevos. Y Kerry Washington ha salido recién duchada y con el pelo rizado (podría haber sido una protagonista de ‘Good Hair’, el documental de Chris Rock). El momento plancha ya no lo hemos visto. De todas maneras, siendo una adicta reconocida a este disparate de los gladiadores con traje (aunque esto ya no lo dicen), ya tenemos una metadona perfecta: ‘Da Vinci’s Demons’. También la emitirá Fox a partir del 9 de mayo.

 

El nuevo artefacto de Starz, la cadena responsable de ‘Spartacus’, es, es…. pues me temo que otro placer culpable. Es Scandal’ con trajes‘ de época. Con desnudos (de Papas, duques y niños) y con degollamientos a gogó. Es ‘Scandal’ meets ‘Los Borgia’. Y aquí viene lo bueno. David S. Goyer, el creador, ha comparado a Leonardo con Batman. Y a partir de ahí ya nos podemos esperar cualquier cosa. Es verdad que es el co-escritor de la trilogía de ‘El caballero oscuro’, y que a lo mejor no se le ocurrió otra referencia, pero eso tampoco lo obliga a convertir a Leonardo en un pollo pera de torso descubierto con aires de superhéroe florentino. Pero funciona. Al parecer se pretendía relatar la historia no contada de la juventud de Da Vinci. Se especula con las páginas desaparecidas de sus escrituras y dibujos. David S. Goyer ha reconocido que la precisión histórica es de un 85%. Mucho me parece. Esa es probablemente la precisión de ‘Los Tudor’.

 

Si una quiere ponerse en modo pedantoide no puede decir que ‘Da Vinci’s Demons’ es una serie de una calidad excelsa, aunque esté bien hecha. Pero si nos libramos de prejuicios gafapastas, lo es. Pasa un poco como en su día con la tontería de ‘El código Da Vinci’, más allá de la coincidencia del título (dejo aquí lo que escribí hace nueve años de ello porque es bastante trasladable a la serie). ‘Da Vinci’s Demons’ es muy, muy entretenida. Es verdad que solo he visto un capítulo y siempre es muy arriesgado valorar una serie con tan poco. Dentro de un mes puedo pensar otra cosa. Pero la ‘scandalización’ de la Florencia renacentista me ha pillado. Ahora, yo creo que Shonda Rhimes habría sacado más petróleo de esta trama tan loca.

 

 

 

(Añado la columna que sobre ‘Scandal’ publiqué hace unas semanas)

El chute de ‘Scandal’

Cada martes, en Fox, los espectadores españoles tenemos un placer culpable llamado ‘Scandal’, la loquera más grande perpetrada por Shonda Rhimes, también creadora de ‘Anatomía de Grey’. No es una ficción por la que la crítica se pirre. No es ‘Mad men’, no es ‘Justified’. Joyce Carol Oates no va a hablar del último capítulo, como ha hecho del de ‘Girls’. Y, ya que tiene un trasfondo político washingtoniano, no es ‘El ala oeste’. Bueno, es ‘El ala oeste’ con Perry el ornitorrinco y el Dr. Heinz Doofenshmirtz. Es el profesor Splash que saltó en ‘El hormiguero’ a una piscina hinchable. Es Raquel Mosquera saltando medicada (lo dice ella en la portada de ‘Lecturas’). Cada jueves, ocho millones de espectadores ven ‘Scandal’ en la ABC estadounidense. Un éxito. Aquí la cuota de pantalla es de un 0,25 por cien con respecto al total de cadenas y un 4,6 por cien con respecto a las televisiones de pago. Somos cuatro gatos pero ¿y lo bien que lo pasamos con nuestra adicción?

Si la primera temporada empezó siendo ridícula (esos tipos que decían ser “gladiadores con traje”), la segunda es loca, loca, con finales de episodio propios de final de temporada en ‘Falcon Crest’. Shonda, que parece tener a Mel Brooks dentro (le cabe), dice que no ve diferencia alguna, que lo que pasa es que el año pasado solo eran siete capítulos y que con veintidós puede contar más cosas. Más chifladuras. Oliva Pope (Kerry Washington), la protagonista, soluciona crisis. Olivia Pope es una especie de Señor Lobo (sí, la tentación es llamarla Señora Zorra, pero con muchísima admiración). Además, es la amante del presidente de los Estados Unidos. Por si todo esto fuera poco, Kerry Washington es una actriz horrorosa. Lo es en ‘Scandal’ como Olivia, Liv, y lo es en ‘Django desencandenado’ como Brunilda. Aunque parezca mentira, Kerry Washington es la primera actriz negra que protagoniza una serie dramática desde Teresa Graves en ‘Busquen a Christie Love’ (1974), que en España se emitía en 1977 los miércoles por la noche. Busquen a Oliva Pope. O busquen a Proust, que será más provechoso. Pero menos divertido.

 

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