No me hagan una estatua
—Hombre, pues la verdad es que no pensábamos. Porque usted, alguien lo que se dice alguien, imagino que para su madre y para poca más gente... ¡Pues tiene usted mucha razón, querido lector! Y eso que tengo la gran suerte…
—Hombre, pues la verdad es que no pensábamos. Porque usted, alguien lo que se dice alguien, imagino que para su madre y para poca más gente... ¡Pues tiene usted mucha razón, querido lector! Y eso que tengo la gran suerte…