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Blogs Ciencia y Tecnología por José Manuel Nieves

Roborock S6 MaxV, el robot doméstico que es capaz de reconocer y evitar obstáculos

La nueva versión de la marca incorpora visión estéreo, un sensor LIDAR e Inteligencia Artificial

José Manuel Nievesel

Hace apenas unos años, los robots aspiradores parecían dispositivos recién sacados de una película de ciencia ficción. Un aparato que se va moviendo solo por la casa para limpiarla, que lleva cámaras, que sabe por dónde va… Magia, parecía cosa de magia. Hoy, sin embargo, se han convertido en uno de los gadgets imprescindibles para un gran número de hogares. Y en todo un revulsivo para las empresas que los fabrican y los venden. Solo en nuestro país, más de 20 fabricantes se disputan este floreciente mercado, cuyas cifras no dejan de crecer ejercicio tras ejercicio.

Pero claro, no todos son iguales. Y eso se nota en los precios. Los de “pata negra”, en efecto, pueden superar fácilmente los 1.000 euros, mientras que los más económicos se quedan alrededor de los 200. ¿Cuál es el motivo de esa gran diferencia? Después de todo, los varios modelos disponibles se parecen mucho: una especie de “platillos volantes” que van sobre ruedas y que están equipados con un motor que va aspirando la suciedad a medida que el robot se desplaza.

Sí, eso lo tienen todos en común, es cierto. Pero poco más. Las diferencias empiezan a notarse cuando nos fijamos en “cómo” es ese motor que aspira y cuál es su potencia de succión, pero especialmente en cómo el robot se desplaza. Porque no es lo mismo ir siempre hacia delante hasta chocar con algo y cambiar entonces de dirección que “tener un mapa en la cabeza” para saber exactamente por dónde se va, dónde se ha limpiado y dónde no. Y ser capaz, además, de distinguir entre distintas superficies, y de identificar (y evitar) los obstáculos que pueda haber delante.

En ese sentido, y después de más de una semana de pruebas, el nuevo Roborock S6 MaxV es un auténtico “pata negra”.

Cuando pongo a prueba esta clase de dispositivos, algo que para mi es como un hobby, he de confesar que me encanta hacerles todo tipo de perrerías. Ponerles obstáculos, mover la base de carga medio metro para ver si la encuentra, colocar por sorpresa una alfombra justo en su trayectoria mientras avanza, lanzarle de repente unos calcetines, o una pelota para que le pase por delante… Todos los trucos son pocos para comprobar si, efectivamente, la máquina es capaz de hacer todo lo que el fabricante dice que puede hacer. Y en este caso ha podido… no con todo, pero casi.

Pero veamos. Para empezar, decir que la marca Roborock forma parte del enorme (y siempre en aumento) ecosistema de dispositivos de Xiaomi, la empresa china que, en telefonía móvil, se lo está poniendo muy difícil a gigantes como Samsung, Apple o Huawei. El robot aspirador S6 MaxV es el heredero directo de un dispositivo anterior, el S6 a secas, que ya apuntaba maneras pero que carecía de todos los adelantos tecnológicos de esta nueva versión.

Entre ellos, el más novedoso es, sin duda, la capacidad para reconocer, y evitar, cualquier tipo de obstáculo que encuentre en su camino, desde juguetes, zapatos, cuencos para mascotas o, lo que es peor, alguna deposición canina fuera de lugar. Esta extraordinaria capacidad se debe a la combinación de tres tecnologías diferentes: visión estéreo gracias a una doble cámara frontal; un sensor LIDAR (Laser Imaging Detection and Ranging), que es como un radar, pero que en lugar de emitir ondas de radio y medir su rebote en los objetos emite ondas de luz infrarroja con el mismo cometido; y un procesador de Qualcomm, por primera vez en esta marca, dotado de Inteligencia Artificial y que es el cerebro del sistema.

Con ese exclusivo equipamiento, el robot superó (casi) todas las pruebas a las que me refería antes. Fue capaz de localizar sin problema, y varias veces, su base de carga desplazada cerca de 50 cm. Se detuvo por un instante, como para observar lo que estaba pasando, cuando coloqué delante de sus ruedas una gruesa alfombra a traición. Tras ese instante de duda, siguió adelante y, al detectar que ya no estaba sobre suelo liso, aumentó automáticamente su potencia para limpiar la alfombra.

Y ahora viene el casi. Porque aunque es cierto que el robot reconoce que hay un obstáculo delante y trata de esquivarlo, no siempre lo consigue. En teoría, debería ser capaz de rodear cualquier objeto que tenga a partir de 5 cm de ancho y 3 cm de alto. Pero lo cierto es que en más de una ocasión termina rozándolo, o incluso golpeándolo a pesar de sus intentos por evitarlo. Puede que los sensores de la unidad que probé no estuvieran del todo bien calibrados, pero eso es lo que sucedió.

Rápido y limpio

En cuanto a la capacidad de succión, nada que decir. El Roborock S6 MaxV cuenta con cuatro modos de uso, de menos a más potencia: silencioso, equilibrado, turbo y máximo. Según las especificaciones, su batería de 5.200 miliamperios es capaz, con una sola carga, de aspirar una superficie de 300 metros cuadrados, y de fregar (porque también friega, instalándole el accesorio incluido) hasta 250 metros cuadrados. Por supuesto, la duración de la batería no es la misma en el modo silencioso (180 minutos según el fabricante) que en el máximo (75 minutos), aunque en la mayor parte de las ocasiones y para una limpieza “normal” resulta suficiente el modo equilibrado. Sigue existiendo un cierto problema (común a todas las marcas) con la suciedad que se acumula en las esquinas, a las que a veces las escobillas no llegan. Si durante la limpieza el robot se encuentra con una alfombra o una moqueta, él solito aumentará la potencia.

Otra caracteríastica sorprendente es la rapidez con la que este dispositivo lleva a cabo su trabajo. Durante las pruebas, limpió más que decentemente varias habitaciones de un piso de 120 metros cuadrados en algo menos de 45 minutos, todo un récord si se compara con la hora y media larga que tardaron algunos robots de otros fabricantes. Durante esa limpieza no necesitó volver a la base de carga. Sin embargo, no consiguió cubrir toda la superficie de una sola vez en el modo máximo, de modo que la limpieza quedó interumpida durante cerca de una hora, el tiempo que el robot necesita para recargar la batería. Una vez recargado, el robot vuelve al último sitio que había limpiado y continúa hasta el final.

Un mapa inteligente

La primera vez que conectamos el Roborock S6 MaxV, el dispositivo hará un recorrido por toda la casa, con objeto de hacer un mapa detallado de todas las habitaciones y en el que también aparece la ubicación de objetos como mesas, sillas, lámparas o sillones. Después, en la app de nuestro teléfono, a la que nos referiremos en breve, podremos nombrar cada una de las habitaciones e incluso programar el robot para que limpie más a fondo en unas que en otras, o que solo limpie una, por ejemplo el salón, en lugar de hacer todo el recorrido completo. También es posible seleccionar áreas concretas (de forma rectangular) para que solo limpie ahí. El mapa, además, se actualiza con cada nuevo recorrido, y es capaz de darse cuenta si hemos movido un sofá de sitio o si hemos puesto algún mueble nuevo y que en la anterior limpieza no estaba.

Una app cómoda y sencilla

Desde la app de nuestro móvil podremos controlar toda la actividad del robot. Ofrece numerosas opciones que cubren prácticamente todas las necesidades y su uso es intuitivo y sencillo. La primera vez que usamos el robot, la app servirá para añadirlo a la lista de otros dispositivos de la marca que podamos tener, y a partir de ahí para controlarlo. Podremos editar los mapas, programar las limpiezas (total o por zonas), incluso indicando el número de pasadas y la potencia en cada sitio, seleccionar la cantidad de agua que queremos que use al fregar, conducirlo como si fuera un coche teledirigido por control remoto, comprobar si alguna pieza necesita mantenimiento o, entre otras muchas funciones, ver el historial de las limpiezas realizadas.

El nuevo Roborock S6 MaxV tiene un precio de 649 euros, sensiblemente más barato que otros dispositivos de gama alta de la competencia, que rozan o incluso llegan a superar la barrera de los 1.000 euros. Y si decide comprarlo en FNAC o PC Componentes, encontrará un descuento de 60 euros hasta el próximo 21 de junio, por lo que podrá conseguirlo por 599 euros.

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