Científicos creen que el choque de dos estrellas de neutrones dejó tras de sí el pozo cósmico más pequeño jamás detectado.
En noviembre de 2017, los núcleos extremadamente densos de dos estrellas muertas se fusionaron en una colisión cósmica nunca antes observada por los científicos. El evento fue, de hecho, la primera observación directa del choque de dos estrellas de neutrones, auténticos “cadáveres estelares” que se forman cuando las grandes estrellas envejecidas explotan, dejando tras de sí un núcleo de material (en su mayoría neutrones) ultracompacto.
Durante la colisión, las dos estrellas muertas “fabricaron” y lanzaron al espacio enormes cantidades de oro, plata, platino y otros elementos pesados de la tabla periódica que no se forman, como los más ligeros, en los hornos nucleares de las estrellas. Hasta ese momento, nadie había visto antes uno de los lugares donde se fabrican todos los materiales preciosos del Universo. Los investigadores calcularon que, inmediatamente después de la colisión, se lanzó al espacio una cantidad de oro equivalente a diez veces la masa de la Tierra.
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Ciencia