Tras recibir más de 280.000 visitantes en Suecia, llega a España la gran exposición de la NASA en la que, a través de más de 300 piezas originales, será posible conocer todos los detalles de la aventura espacial que llevó al hombre a la Luna. La exposición se inaugura el 15 de diciembre en el Pabellón XII del Reciento Ferial de la Casa de Campo, de Madrid.
En 1969 Gadafi se hacía con el poder el Libia, Arafat accedía a la presidencia de la Organización por la Liberación de Palestina, los Jackson Five publicaban su primer disco y se celebraba el mítico concierto en Woodstoock. La década de la guerra de Vietnam y el movimiento hippy está dando sus últimas boqueadas. Es un año subrayado en el calendario de la historia de la Humanidad, porque el hombre llegaba a la Luna en una misión en la que participaron tres astronautas norteamericanos: Armstrong, Aldrin y Collins. El primero en pisar suelo lunar fue Armstrong, que hizo realidad el sueño de millones de hombres y mujeres congregados ante radios y televisores sintiéndose parte de esa histórica misión.
Se culminaba así una gran conquista de la NASA, la Agencia Espacial Americana, sinónimo de exploración espacial y alta tecnología. Ahora, y después de recibir a más de 280.000 visitantes en Estocolmo, también en Madrid podremos conocer los secretos de la exploración espacial gracias a la exposición “NASA. La aventura del espacio”, que desde el 15 de diciembre acoge el Pabellón XII del Reciento Ferial de la Casa de Campo. Madrid será la segunda ciudad europea en albergar este repaso a la historia de la proeza de viajar más allá de nuestro planeta.
Se trata de más de 2.500 metros cuadrados que recogen la antología de los grandes acontecimientos del programa espacial de la NASA. De alguna manera se revive esa sensación única que vivió la humanidad en julio de 1969, cuando el hombre pisó la Luna. El visitante podrá admirar más de 300 artefactos originales del programa espacial de Estados Unidos y réplicas a tamaño real de los vehículos espaciales que marcaron una época. La secuencia cronológica permite un recorrido altamente educativo.
Nada más llegar, se pasa a través de las puertas metálicas hacia una réplica de la entrada del Apollo que desde la torre de lanzamiento llevaba al vehículo espacial. Será como estar en Cabo Cañaveral, en la misión del Apollo 17, el último cohete tripulado a la Luna, allá por 1972. Y a partir de aquí comienza el espectáculo y la cuenta atrás.
Algunas naves espaciales han sido recreadas a tamaño natural por las empresas más importantes de Estados Unidos. El propósito radica en conseguir, con la máxima fidelidad posible, algunos de los objetos y las herramientas de exploración lunar. Se exhiben con impresionantes maquetas, dioramas y audiovisuales. En vez de paneles de texto se usan pantallas LCD que ofrecen toda la información al público. En la entrada se incluye una audioguía IPod Touch™ programada en varios idiomas y que combina la tradicional audioguía con imágenes históricas.
La exposición se divide en seis galerías, cada una de ellas conectada con la siguiente: “Go fever: creando las bases”, “Soñadores: visualizando el espacio”, “Pioneros: ciencia y diseño de los cohetes”, “Innovación: naves espaciales, equipamiento y comunicaciones”, “Resistencia: astronautas, trajes espaciales y EVA” y “Próxima generación: el espacio y más allá”.
Las galerías se organizar alrededor de unos temas. En primer lugar están los jugadores. Se trata de aquellos soñadores, científicos, ingenieros, astronautas y políticos que hicieron posible que el hombre se aventurara a viajar por el espacio. Luego viene el equipo, es decir la nave, los objetos y las maquetas y por último los medios de comunicación, la cobertura de prensa que iluminó al mundo sobre las hazañas.
“Go fever: creando las bases”
Ya superada la recreación del escenario del lanzamiento del Apollo, se alcanza la primera galería. Sorprende un armario de televisión vintage, tan típico de aquella época. En su pequeña pantalla en blanco y negro (los colores de entonces) se puede ver el discurso del presidente John F. Kennedy, en 1961, cuando desafió a los suyos a enviar un hombre a la Luna antes de que terminara la década. La guerra fría se trasladaba al espacio, pues los soviéticos compitieron en una desenfrenada carrera espacial. Kennedy acabó sus días en Dallas. El magnicidio conmovió al mundo y aquel hombre no pudo ver su sueño realizado.
Son años de propaganda y ardor por ser los primeros. Y de muchas noticias: el lanzamiento del Sputnik, los perros y chimpancés cosmonautas, las visitas al espacio del ruso Yuri Gagarin y del americano Alan Shepard. En esta galería se rastrean los orígenes de la NASA, su predecesor NACA y la época de los túneles de viento, los pilotos de pruebas y los estampidos sónicos.
“Soñadores: visualizando el espacio”
La exposición es un viaje continuo al pasado. En esta galería uno se teletransporta a la Europa del siglo XIX. Y es que hubo personas que vislumbraron la posibilidad de alcanzar mundos lejanos. Son Julio Verne y H.G. Wells. En “De la Tierra a la Luna”, Verne esboza naves espaciales muy similares a las que luego se construyeron. El cine de principios del XX se hizo eco del sueño de estos visionarios. La sección muestra videoclips de las películas “Viaje a la Luna”, de Georges Méliès, y “Frau Im Mond”, de Fritz Lang.
“Pioneros: ciencia y diseño de los cohetes”
Nos recibe un laboratorio de mediados del siglo XX. Las ecuaciones llenan las pizarras en una sala con maquetas de vuelo. Hay que detenerse en la figura de Werner von Braun, el padre del cohete Apollo. La galería incluye una demostración de los fundamentos de la propulsión de cohetes gracias a experimentos y sencillas animaciones. Se recorre también la historia de la investigación sobre cohetes, desde los cohetes chinos utilizado en guerras y celebraciones en la Edad Media hasta los actuales.
Una serie de cohetes a escala 1/72 proporciona una comparación de los distintos tamaños y del desarrollo de los cohetes modernos, desde el V2 hasta el Trasbordador Espacial. El elemento central de esta galería es un modelo del Apollo Saturn V con vista al interior a escala 1/10 (de 11 metros).
“Innovación: naves espaciales: equipamiento y comunicaciones”
La mejor manera de poder disfrutar de los vehículos espaciales es disponer de un lugar amplio, a modo de hangar, donde el tamaño no seaun obstáculo. Aquí se encuentran las primeras naves tripuladas, como las cápsulas Mercury con un único astronauta, y las últimas innovaciones. Las réplicas a tamaño real de las cápsulas Mercury, Géminis y Apolo permiten comprobar la estrechez de las cabinas. A escala 1/20 se podrá contemplar el Skylab, el primer laboratorio espacial de la NASA. La galería incluye las técnicas de cálculo de la época, los ordenadores y la tecnología de la radiotransmisión, indispensable para que las misiones alcanzasen sus objetivos.
También se repasa el programa que dio lugar al Trasbordador Espacial, con una muestra escala 1/24. Uno de los alicientes de este espacio es la réplica a tamaño real de la parte frontal del Trasbordador Espacial. Aquí se contempla la cubierta y la cabina de tripulación y sirve para hacerse una idea exacta de lo duro que es subsistir en estas naves.
“Resistencia: astronautas, trajes espaciales y EVA”
Aquí están los equipamientos, entre los que destaca el traje espacial. Cada astronauta llevaba uno especialmente diseñado para él. Le protegía de la radiación y las temperaturas extremas pero además le tenía que permitir cierta capacidad de maniobra. La exposición muestra ejemplos de los trajes del Mercury, el Géminis y el Apollo, junto a una vista del interior de un traje. Otra de las estrellas de la galería es la PLSS (Portable Life SupportSystem), aquella mochila enorme que los astronautas llevaban a la espalda y que servía como sistema de soporte vital. Sin el traje espacial no podían dejar el vehículo inicial de lanzamiento y dirigirse al EVA (Extra Vehicular Activity), con el que daban los paseos espaciales.
El Módulo Lunar se representa con maquetas que exhiben la evolución de su diseño. También encontramos una réplica a tamaño real de la cabina de mando. La sección incluye un apartado sobre el tratamiento mediático que recibió el alunizaje.
“Próxima generación: el espacio y más allá”
En la última galería se atisba el futuro de la exploración espacial y se observan los proyectos fracasados, desclasificados o poco conocidos. Entre las misiones ya realizadas o en fase intermedia se encuentran el telescopio Hubble, Voyager I y II, el Mars Pioneer o la Estación Espacial Internacional (EEI). Los visitantes contemplarán una reproducción a escala 1/72 de la EEI con acoplamiento del Trasbordador Espacial. Además se analiza la contribución de España a la conquista del espacio.
Se trata, en fin, de una aventura que pueden revivir desde los más pequeños hasta los más grandes. Aquel 20 de julio marcó la historia del hombre. Muchos de los objetos que se fabricaron para la carrera espacial forman ahora parte de nuestras vidas corrientes: los pañales desechables se inventaron para los astronautas, que calentaban la comida en la nave con microondas. Una historia apasionante que a nadie deja indiferente.
Ciencia José Manuel Nievesel