Hace 12.800 años, una serie de súbitos y gigantescos incendios sembraron la devastación en el planeta a causa del impacto de los fragmentos de un gran cometa.
Un equipo internacional de investigadores acaba de demostrar que hace 12.800 años, una serie de súbitos y gigantescos incendios arrasaron por completo una superficie equivalente a la décima parte de la Tierra. La enorme tormenta de fuego solo puede compararse a la que hace 65 millones de años llevó a los dinosaurios a la extinción, tras el impacto de una roca espacial de unos diez kilómetros de diámetro.
Según los científicos, sin embargo, esta vez el responsable no fue un asteroide, sino los fragmentos de un gran cometa que, antes de fracturarse en el espacio y diseminar sus restos por todo el mundo, debió medir cerca de 100 kilómetros. El trabajo se acaba de publicar en Journal of Geology.
A medida que el polvo de los impactos y el humo y las cenizas de los incendios fueron cubriendo el cielo, comenzó una “mini edad de hielo” que enfrió la Tierra durante mil años más, justo en el momento en que ésta emergía de un largo periodo de 100.000 años de glaciares perpetuos. Todas las formas de vida, entre ellas los humanos, se vieron diezmadas por el evento, y no pudieron empezar a recuperarse hasta que la torment de fuego y sus consecuencias fueron quedando atrás en el tiempo.
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Ciencia