Su nombre es MARDI y está a punto de hacerse famosa. De hecho, será esta pequeña cámara la que nos muestre, en primera persona, cómo será el histórico descenso del Curiosity hasta la superficie de Marte.
Será el próximo lunes, justo cuando el Curiosity entre en la atmósfera de Marte y lleve a cabo su difícil descenso de siete minutos. Cuando apenas falten dos minutos para el aterrizaje, la Mars Descent Imager (MARDI) empezará a grabar vídeo en alta resolución. Serán tomas a todo color y a cuatro fotogramas por segundo, con una resolución de 1.600 x 1.200 píxeles.
Las primeras imágenes nos mostrarán justo el momento en que el escudo térmico, que ha protegido al Curiosity del calor de la entrada, sale despedido de la nave. Cosa que sucederá justo dos minutos antes de tocar suelo.
Sólo entonces MARDI podrá empezar a grabar. Lo primero que verá, a casi 4 km. de altura, será un amplio panorama marciano, un vasto paisaje iluminado por el tenue sol del atardecer. Pero el campo se irá reduciendo segundo a segundo, a medida que el Curiosity completa su rápido descenso.
En las imágenes, el cráter Gale, el lugar elegido para el aterrizaje, se irá haciendo cada vez más grande hasta ocuparlo todo. Un mar de arena con una montaña en medio. Tierras arcillosas sobre las que, una vez, corrió el agua.
Durante los primeros momentos, todo dará vueltas, ya que el Curiosity aún estará girando sobre sí mismo como una peonza tras la maniobra de entrada en la atmósfera. Pero el tiovivo durará poco. Se notará una brusca sacudida, justo en el momento de desplegarse el gran paracaídas, y de pronto el paisaje se estabilizará.
Poco antes de tocar el suelo, Curiosity desplegará sus seis ruedas, y la delantera izquierda entrará inevitablemente en el plano de la cámara.
También se verá la sombra de la nave sobre el polvoriento terreno de debajo. Inapreciable al principio, la sombra irá creciendo y cobrando protagonismo a medida que la nave se acerque al suelo. Justo al final, la sombra lo ocupará todo. La sombra y el polvo levantado por los retropropulsores durante el aterrizaje.
Entonces el vídeo terminará y la misión más ambiciosa de cuantas el hombre ha enviado a Marte podrá comenzar. MARDI, que está instalada en la zona inferior del Curiosity, seguirá funcionando, pero nunca más podrá volver a enfocar un paisaje. Su función, a partir de ese momento, se limitará a mostrar detalles del suelo, como ayuda para los instrumentos científicos que deberán analizarlo.
Todas las imágenes grabadas durante el descenso quedarán almacenadas en la memoria flash de MARDI, a la espera de ser transmitidas a la Tierra. Algo que no sucederá de inmediato, y que nos privará durante un tiempo del espectáculo. El operador principal de la cámara, Michael Malin, tendrá que armarse de paciencia y esperar para ver los frutos de su trabajo.
El Curiosity, y MARDI, están a más de 250 millones de km. de distancia, algo que no facilita precisamente la transmisión de datos. Las imágenes se enviarán spor medio de una de las sondas que orbitan el Planeta Rojo y que harán de enlaces entre el rover y la Tierra.
Así que las fotos y vídeos de MARDI irán llegando por etapas. "Lo primero que tendremos -explica el propio Malin- serán páginas de miniaturas, y sólo algunas imágenes con toda la resulución".
A medida que se vayan sucediendo las conexiones irán llegando nuevas imágenes, seleccionadas a partir de las miniaturas. El vídeo que se podrá construir a partir de las propias miniaturas tendrá una calidad comparable a un vídeo de YouTube.
La versión en alta definición no estará disponible hasta que todas las fotos hayan sido transmitidas a la Tierra con toda su resolución. Algo que puede tardar semanas, o incluso meses, ya que también otros instrumentos tendrán datos que enviar y será necesario establecer un orden de prioridades.
Ciencia José Manuel Nievesel