Durante los primeros días de febrero, una expedición científica que recorría las costas de la Antártida hizo un descubrimiento excepcional: una nueva isla, que no aparece en los mapas. Los investigadores, que no regresarán a puerto hasta el próximo 25 de marzo, comunicaron el hallazgo a la comunidad científica internacional, que les espera ahora con impaciencia para empezar a hacer los primeros estudios.
Según se publica en «Nature», se trata de una prueba más de lo rápidamente que el continente blanco está cambiando como resultado del cambio climático.
“Creo que estoy viendo rocas!!”, gritó uno de los oficiales del RV Nathaniel B. Palmer mientras el barco pasaba por la bahía de Pine Island, en la Antártida occidental. Tras consultar los mapas, la tripulación se dio cuenta de que lo que estaban viendo era una isla completamente nueva. Según relata Julia Wellner, geóloga marina de la Universidad de Houston, en Tejas, que dirige de la expedición, “hubo una conmoción cuando todos a bordo se apresuraron a ver el afloramiento rocoso cubierto de hielo”. Al principio el equipo empezó a sugerir posibes nombres, entre ellos el de Isla de Sif (en honor a una diosa nórdica asociada con la tierra), pero el alboroto dio paso rápidamente a la emoción sobre las implicaciones científicas del hallazgo.
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Ciencia