Los vemos a menudo en las películas de ciencia ficción, donde suelen utilizarse como ‘atajos‘ para moverse entre puntos distantes del espacio. En la vida real, sin embargo, nadie ha conseguido aún ver un agujero de gusano, de modo que esos ‘túneles‘ que se supone que atraviesan el espacio tiempo siguen siendo puramente hipotéticos.
En un artículo publicado por la revista ‘ Physical Review Letters‘, un equipo internacional de investigadores dirigidos por José Luis Blázquez-Salcedo, de la Universidad alemana de Oldenburg (actualmente en la Universidad Complutense), acaba de presentar un nuevo modelo teórico que acerca más a la realidad los agujeros de gusano de tamaño microscópico. Se trata de un paso importante con
respecto a las teorías anteriores.
Igual que los agujeros negros, los agujeros de gusano aparecen en las ecuaciones de la Relatividad General de Einstein, publicada en 1916. Un postulado importante de esa teoría es que el Universo tiene cuatro dimensiones: tres espaciales y una temporal. Juntas, las cuatro dimensiones forman lo que hoy conocemos como espacio tiempo, y resulta que el espacio tiempo puede ser estirado, comprimido o curvado por objetos masivos como estrellas, planetas o galaxias, de forma similar a como una bola de metal deforma una sábana que estemos sujetando por sus cuatro esquinas.
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Ciencia