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Blogs Las aventuras de una madre primeriza por Teresa Zafra

Pasaporte para bebés

Teresa Zafra el

En lo que respecta a viajar con bebés, hay opiniones para todos los gustos. Mientras existen padres a los que les parece lo más natural seguir viajando una vez tienen hijos, otros creen que sacar al niño de su rutina diaria es perjudicial para su desarrollo.

No voy a daros mi opinión sobre los viajes de placer, igual lo hago en otro post, pero os diré que Martín ha viajado y seguirá viajando por el simple motivo de que parte de nuestra familia está lejos y también queremos que disfrute de ellos y de los lugares donde viven.

De momento, lo que os confieso es que no nos hemos atrevido a hacer estas visitas familiares en avión, sobre todo porque la única compañía de precio asequible que une nuestra ciudad actual con la ciudad en la que crecí es una irlandesa de aviones de cola azul en la que viajar es ya bastante ortopédico para adultos como para meterse en el jaleo de ir con un recién nacido.

Hasta ahora hemos preferido desplazarnos en tren: lo vemos más cómodo, agradable y distraído. Incluso he viajado yo sola con el peque usando el servicio gratuito de ayuda que ponen en los trenes de largo recorrido: te llevan la maleta, te ayudan con el carrito y, por el camino, te informan del tiempo en la ciudad de destino y te cuentan cómo son o eran sus hijos cuando tenían la edad que tiene ahora el tuyo.

En el tren, un bebé no consta como pasajero: sacas tu billete y, sin más, apareces en ella estación acompañado de tu hijo y ocupas tu asiento con él en brazos. No necesitas documentar que es tu hijo ni hacer ningún trámite y, en la parte negativa, me imagino que nadie lo buscaría si hubiese un accidente.

Por mucho que me guste el tren, me imagino que pronto haremos alguno de nuestras visitas en avión, así que, para prevenir, antes de que acabase mi baja maternal y dejase de tener tanta disponibilidad, pedí cita para hacerle el pasaporte a Martín por si en el futuro lo necesitásemos. Podría haber elegido hacerle el DNI, es verdad, pero pensé que el pasaporte sirve para más cosas. Os cuento los pasos que seguí por si os interesa hacerlo:

  1. Lo primero, pedí cita previa por internet para tener reservado día y hora en comisaría. La cita no hay que pedirla a nombre del peque, sino del padre o la madre (el que vaya a acompañarle el día de la cita)
  2. Después solicité el certificado de nacimiento pertinente en el Registro Civil de nuestra ciudad. No es obligatorio llevar el libro de familia, pero mejor si lo llevas.
  3. Ese mismo día le hice las fotos al bebé: es la parte más divertida. Si no tienes mucha maña editando fotos en el ordenador, puedes llevarle a un fotógrafo, pero en mi caso, cogí al peque y lo puse tumbado sobre una superficie blanca (una cómoda Malm de Ikea), le hice una foto cortando un poquito por debajo de los hombros y la pasé al ordenador para editarla. La imprimí en formato de 3,5 cm x 4,5 cm a 300 ppi de resolución en papel fotográfico.
  4. Fui con las fotos, mi DNI, el certificado de nacimiento y 25,50 euros en efectivo (para el DNI creo que es algo menos), a la comisaría correspondiente en el día y hora indicados.

 

Nosotros tardamos unos 45 minutos en hacerlo, entre que esperamos, nos atendieron y nos lo dieron, y nos dijeron que tiene una validez de dos años.

A los niños menores de un año no se les toma huella y, como dato curioso, os diré que eso de anotar a los niños en los pasaportes de su padres ya no se hace.

 

Si tenéis muy claro que vuestro hijo no va a viajar, es un gasto innecesario, pero, si pensáis que es posible que cojáis un vuelo para ir de vacaciones o incluso un vuelo doméstico (en los que en teoría vale con llevar el libro de familia), yo os recomendaría sacarlo cuando estéis de baja maternal para que no haya prisas después si os sale la oportunidad de hacer un viaje en avión.

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Teresa Zafra el

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