Escribía a principios de semana que el mejor jugador del mundo es desde hace ya bastantes meses Cristiano Ronaldo. Algunos lectores disentían de mi opinión. Para ellos es Messi el número uno. Bonito debate. Por eso lo saco de nuevo a ‘discusión’. Hoy, a 18 de abril de 2013, me reafirmo. El jugador número 7 del Real Madrid es el rey del fútbol.
Los treintañeros, como el que les escribe, crecimos junto a ‘Campeones’, la mejor serie de fútbol de dibujos animados de la historia. En ella, había dos protagonistas por encima del resto: Los delanteros Oliver Atom y Mark Lenders (amén del portero Benji Price). El primero capitaneaba el New Team. El segundo era el líder del Muppet (y luego del Toho). La rivalidad entre ambos equipos y futbolistas era una fotocopia de lo que hoy viven en la realidad Barcelona y Real Madrid; Messi y Cristiano Ronaldo.
Hay ciertas similitudes que llaman la atención: Atom fue atropellado por un camión cuando era un niño, salió ileso gracias a una pelota y su amor al fútbol le llevó a ser una estrella mundial y jugar en el Barcelona, como Messi (él no sufrió ningún accidente de tráfico pero sí tuvo que superar un grave problema de crecimiento. Lo hizo gracias, entre otras cosas, a su pasión por este deporte). Lenders perdió a su padre cuando sólo tenía cinco años, adoraba a su madre, y aunque venía de una familia humilde y una infancia muy dura peleó con orgullo y tesón para llegar a lo más alto, como Cristiano Ronaldo (él perdió a su padre con 19 años). La especialidad de Oliver era el tiro con efecto, como hace muchas veces Messi. La de Mark era el tiro del Tigre, un chut de una potencia descomunal, como lo es el de Ronaldo. En el campo, Atom destacaba por su regate, su dribling y su cambio de ritmo, como el argentino; y Lenders era pura potencia, fuerza, velocidad y orgullo: una bestia, como el portugués.
Un servidor, y muchos de mi generación, veíamos la serie por Mark Lenders. Por esas perennes ganas de ganar; por la inexistencia del verbo rendirse en su diccionario; por su insaciable competitividad; por el pavor que generaba en hinchas y equipos rivales; por sus mangas remangadas (quién no ha jugado así alguna vez al fútbol); por su ‘toque’ de chulería; por su ‘provocadora’ (con el paso del tiempo, a menos) forma de ser; y porque era un ‘lobo solitario’ imparable en el campo. Pero todo ello no era óbice para reconocer lo bueno que era y la categoría que tenía Oliver Atom. Una cosa no quitaba la otra. Sí, era sólo una serie infantil de fútbol. Pero es que Ronaldo y Messi son dos jugadores de dibujos animados. Ahora bien, en el fútbol, para gustos, colores. Y para mí, donde se ponga un Mark Lenders, digo un Cristiano Ronaldo, que dejen paso los demás. Ayer, hoy y siempre.
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