Dice la Real Federación Española de Fútbol que “debido a las circunstancias económicas actuales, que han sido tenidas en consideración tanto por los clubes como por la RFEF”, el precio de las entradas para la final de Copa del Rey ha descendido en torno a un 18% respecto a la pasada temporada… No se hagan ilusiones. No piensen que si quieren ver el derbi de Copa es un plan’ low cost’ para la noche del viernes 17 de mayo. Esto es España. Y la picaresca siempre nos acompañará. Así somos. Para bien y para mal. Que anuncien como un éxito que los precios bajan en comparación a la última final de Copa del Rey por la actual coyuntura económica no quiere decir que vaya a ser una ganga ir al Bernabéu y presenciar ‘in situ’ el partido más bonito del año. Todo lo contrario. La ‘broma’ le costará al interesado entre 50 y… ¡275 euros! Alucinante.
Menos mal que ambas aficiones no tienen que desplazarse. Algo es algo. Pero ni aún así. Es una tomadura de pelo. El fútbol en este país no entiende ni de crisis, ni de seis millones de parados, ni de un millón de familias con todos sus miembros sin trabajo, ni de nada. La RFEF vive en ‘los mundos de Yupi’, los clubes son más cómplices que nunca y, lo peor, es que se piensan que somos todos Forrest Gump (maravilloso filme, por cierto). Esto estallará. Antes o después estallará. Entonces, como hacemos siempre en este país, todos empezaremos a acusar y a echarnos la culpa. Y nadie asumirá ninguna responsabilidad. Mientras tanto, faca en mano, seguimos sangrando el bolsillo y las ilusiones de mucha gente.
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