Nasser Al-Khelaifi, extenista catarí, presidente de Al Jazeera Sports y actual propietario del PSG, y Aurelio De Laurentiis, el Enrique Cerezo del fútbol italiano y vigente dueño del Nápoles, son esa extraña pareja que el destino ha ‘unido’ para traer a Gareth Bale al Real Madrid. El trofeo Santiago Bernabéu del próximo año debería ser un triangular PSG-Nápoles-Real Madrid. Por supuesto, a costes pagados para franceses e italianos.
El jeque tiró de talonario hace un par de semanas y pagó 64 millones de euros por Cavani. El Nápoles se los ha fundido en apenas quince días en tres jugadores del Real Madrid, ninguno de ellos titular: Callejón (10 millones), Albiol (12 millones) e Higuaín (37+3 millones). Sólo el Pipa hubiera tenido un papel relevante en el equipo, aunque sin su presencia en el once asegurada debido a la competencia con Benzema. Vamos, al Madrid han venido a verle los Reyes Magos con cinco meses de antelación. Si hace un mes le dicen a Florentino que a 24 de julio tendría en caja 66’5 millones (los 62 del Nápoles mencionados anteriormente, más los 4’5 de Negredo por su traspaso al City) hubiera contestado que la cerveza, mejor tomarla sin alcohol. Además, el casi seguro traspaso de Garay al Manchester United dejará otros 10 millones al club blanco y aún se confía en lograr unos 25 millones por Coentrao.
De momento, la realidad es que el Madrid tiene más de 65 millones, en su casi totalidad gracias al binomio jeque & productor de cine, que facilitan, y mucho, el fichaje de Gareth Bale por el Real Madrid. Apenas 15 millones de euros más, unos 80 aproximadamente, pediría el mandamás del Tottenham, Daniel Levy, para dejar salir al galés rumbo a la capital de España. Y digo apenas, porque 15 millones para un club como el Madrid no debería ser impedimento para fichar al que muchos consideran el tercer mejor jugador del mundo en estos momentos, tras Cristiano Ronaldo y Messi.
Queda poco más de un mes para el cierre del mercado. Cinco semanas de ardua negociación con un señor que tiene el dinero por castigo y cero intenciones de facilitar la venta de su gran estrella. Eso sí, casualmente, el Tottenham se está reforzando bien: ya se gastó 20 millones en Paulinho, va a pagar 30 por Soldado y acaba de fichar por 8 ‘kilos’ al que sería el sustituto del galés, el extremo belga Nacer Chadli. Señales que conducen a Bale destino Santiago Bernabéu. Y a Al-Khelaifi y De Laurentiis, como serios candidatos a relevar a don Alfredo di Stefano como presidentes de honor del Real Madrid.
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