El revuelo que se vive desde hace meses y, en especial, durante estos últimos días en Cataluña ha generado decenas y decenas de inquietudes de toda índole. Algunas de ellas tienen mucho que ver con el mundo del deporte y, en concreto, con el del fútbol. Son muchos millones de seguidores los que tiene el equipo más popular de dicho territorio, el Fútbol Club Barcelona. Según los últimos estudios, el 80% de Cataluña se declara hincha azulgrana. En España, hay más de un 20% de aficionados culés, alrededor de diez millones de habitantes. En el mundo, se calcula que unos 350 millones de ciudadanos tienen simpatía por el Barça. Todos ellos, se preguntan desde hace tiempo si una hipotética independencia de Cataluña provocaría el adiós al fútbol español de su venerado equipo, la salida de la Liga y de la Copa del Rey de la entidad azulgrana, pero no son los únicos que se martillean con este dramático supuesto.
También hay millones de aficionados del Real Madrid, su archienemigo en el 105×70, que se cuestionan qué ocurriría si a los blancos le quitarán de en medio una batalla de casi 100 años de historia. Porque no nos engañemos, si los títulos y las hazañas del equipo blanco le han hecho ser el mejor equipo del mundo es, en parte, por la grandeza del rival que tenía enfrente, tanto en Europa (Bayern y Milan, verbigracias) como ocurría en los campeonatos nacionales con el Barcelona. No es lo mismo ganar Ligas, Copas y Supercopas con el Barça como adversario que sin él. No hay que irse demasiado lejos para demostrar que es así. Hagan memoria de las dos últimas finales del torneo del K.O logradas por los blancos, precisamente ante los azulgranas; o de la Liga de los 100 puntos, sellada en el Camp Nou con el famoso tanto de Cristiano y su «calma, calma» en la celebración. Con todos los respetos, si enfrente hubiera estado cualquier otro equipo el regusto y la gesta de estos títulos no hubiera sido ni la mitad.
Para que comprueben que la independencia sería un mal «negocio» para el Madrid (y por supuesto para el Barça) simplemente hace falta hacer una simple cuenta. Los blancos poseen a día de hoy 32 Ligas, 19 Copas del Rey y 9 Supercopas de España. El palmarés, de por sí tremebundo, sería aún más terrorífico si nunca hubiera disputado estas tres competiciones con el Barça de por medio. De haber sido así, el Madrid tendría ahora mismo 45 Ligas, 22 Copas del Rey y 11 Supercopas de España. Suena a tal abuso que ni agrada. Otro motivo más para pensarse muy seriamente este circo que ha montado el señor Artur Mas y que de puertas para adentro no quieren ver ni en pintura ni el propio presidente del Barcelona, Bartomeu.
Me encuentras en Twitter: @Ruben_Canizares
barcelonaindependenciaReal Madrid
