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Algo tiene Granada desde tiempos ancestrales que hechiza a sus variopintos visitantes y los embauca para bien… y para mal. Igual sirve de ‘escape’ para un exoficial británico de la I Guerra Mundial reconvertido en uno de los grandes escritores e historiadores del siglo pasado; o quizás sirve para que uno de los mejores equipos del mundo de fútbol sea derrotado por el conjunto nazarí sin ni siquiera éste tirar una sola vez a puerta durante los 90 minutos.
Es lo que tiene una ciudad mágica ‘protegida’ por la fortaleza árabe más bella jamás construida en la tierra; y ‘presidida’ por la sierra más hermosa de todo el sur de Europa y el pico más alto de la Península Ibérica. Allí, los milagros son posibles. Sino, sería un jeroglífico explicar cómo un equipo pequeño gana un partido de fútbol a uno muy grande sin disparar sobre los tres palos desde el pitido inicial al final.
Pero esa también sería la lectura sencilla. La que no debe nunca hacerse un equipo top como el Real Madrid. Claro, la suerte influye en el deporte. Y en el fútbol más. Pero los de Mourinho, tras un mes de enero en el que habían recordado al gran Madrid de los 100 puntos, salieron anoche a Los Cármenes a disfrutar de la maravillosa perspectiva que ofrece el coqueto campo rojiblanco, situado al sur de la ciudad justo a las faldas de la Alhambra y de Sierra Nevada, y no se enteraron que estaban disputando un partido de fútbol. De ello, se quejó con retruécano Mourinho en rueda de prensa tras el partido. Y no es la primera ni la segunda. Son muchas las ocasiones en las que el Madrid ha ‘dimitido’ en Liga esta temporada.
Es cierto que el torneo de la regularidad es, desde hace varias jornadas, una quimera para los blancos, pero competirlo al máximo no sólo quita la intranquilidad de no tener asegurada la clasificación directa para la Champions, sino que prepara al equipo para los dos grandes retos de esta temporada: La Copa y la Champions. Si Gerald Brenan levantara la cabeza entendería mejor que nadie cómo anoche el Madrid quedó ‘enamorado’ de Granada, pero para ir a hacer turismo ya están las vacaciones. Y hasta entonces, aún hay cuatro meses y dos títulos en juego para ganárselas.
Real Madrid