Escribía el lunes que en el fin de semana había catado dos vinos excelentes, y ambos curiosamente de la Ribera del Duero. Tengo que empezar por decir que a mí los vinos de la Ribera me gustaron mucho en sus inicios y me decepcionaron profundamente durante largos años. Pero ahora se está produciendo un movimiento de recuperación, gracias al trabajo de nuevas bodegas, que devuelve a esta denominación el lugar de privilegio que le corresponde. No se trata aquí de reflejarlos todos, pero sí de citar esas dos joyitas que he podido probar estos días. El primero se llama Quinta Sardonia, y lo elabora Peter Sisseck (ya saben, el creador de Pingus) capaz de sacar lo mejor de un viñedo. Está realmente bueno y oirán hablar mucho de él. Su precio, alrededor de 40 €. El otro se llama María y lo elabora una bodega familiar, Alonso del Yerro, de reciente aparición en la zona. Un vino que todavía está un poco verde y necesita algo de botella, pero que va a ser una de las referencias de los próximos tiempos. Cuesta unos 30 €. Hay más, pero valga de momento este breve apunte.
Otros temas Carlos Maribonael