Estocolmo (nadie sabe por qué) ha sido el escenario (lejano escenario) elegido por Michelin para presentar la 25 edición de su guía de las principales ciudades de Europa. Guía completamente renovada en su aspecto (lo siento, la de la foto es del año pasado), más atractivo y cuidado, con datos nuevos como la incorporación a las fichas de los principales restaurantes de dos palabras clave para indicar el tipo de cocina (innovadora, creativa, tradicional, de temporada, mediterránea…) y el estilo del restaurante (trendy, moderno, lujoso, formal, acogedor, bistrot…). Guía sólo en inglés dirigida sobre todo a ejecutivos. 37 ciudades de 20 países, con sus mejores restaurantes. Las estrellas y los bib gourmand son los de las guías nacionales, pero al menos aquí los tenemos agrupados. Otra novedad es que se ha cuidado más la selección de restaurantes no estrellados (aunque en el caso de España, deja mucho que desear).
En total, 15 restaurantes con 3 estrellas (11 en Francia, 9 de ellos en París); 40 con 2 (21 en Francia, 16 en París); 199 con 1 (54 en Francia, 43 en París). Francia arrolla con 129 estrellas urbanas (París, Lyon, Estrasburgo, Toulouse); le siguen Gran Bretaña (Londres, Birminghan, Glasgow y Edimburgo), con 46 estrellas; Alemania (Berlín, Fráncfort, Munich y Hamburgo), con 30; y España (Madrid y Barcelona), con sólo 19. Castigo como siempre a nuestra cocina si bien en este caso es cierto que ni Madrid ni Barcelona son la meca de las estrellas. Ya saben Madrid, dos de 2 (SANTCELONI y LA BROCHE, qué cosas), y 4 de 1. Y Barcelona, 11 de 1.
Esta es la lista (discutible) de los que se supone son los mejores restaurantes urbanos europeos:
COMME CHEZ SOI. Bruselas
PAUL BOCUSE. Lyon
ALAIN DUCASSE (PLAZA ATHENEÉ). París
ARPEGE. París
GRAND VEFOUR. París
GUY SAVOY. París
L’AMBROISIE. París
LE CINQ. París
LEDOYEN. París
PIERRE GAGNAIRE. París
TAILLEVENT. París
BUEREHIESEL. Estrasburgo.
LA PERGOLA. Roma
PARKHEUVEL. Rotterdam
GORDON RAMSAY. Londres
Hay más cosas que contar, entre ellas las interesantes experiencias gastronómicas en Estocolmo, pero las dejo para otro post. Los expertos me dicen que escribo demasiado.
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