Minutos antes del comienzo del primer festejo de la Feria de Vistalegre, los aficionados exprimían sus cigarros en el umbral de la cubierta. Entre calada y calada, hablaban con sorna de la medida del Gobierno de «poner freno» a España: «Para lo poco que apoya la Fiesta, se ha tomado a pecho aquello de que las prisas para los ladrones y los malos toreros…»
Las mayores críticas llovieron sobre la ley antitabaco: «Una buena corrida merece un buen puro. El PSOE sólo entiende de prohibiciones». Pero hete ahí que la cúpula se entreabrió para que el aire circulara y el público pudiese fumar.
El problema: la mayoría no sabía que estaba permitido, muchos salieron a la calle entre faena y faena y pocos se atrevieron a encender el habano en la plaza. La desinformación dio pie a rifirrafes y «malos humos» entre vecinos de localidad.
Otros temas Rosario Pérezel