Un olé unánime tributa la afición a la Infanta Doña Elena, que se enfundó un diseño torerísimo en la boda de la princesa Victoria de Suecia. Quite de oro de la duquesa de Lugo a la Fiesta en el enlace escandinavo. Elegantísima, lució un vestido fucsia con una falda que simulaba un capote y una torerilla de aires goyescos, glamourosa obra del diseñador Lorenzo Caprile.
El terno de Doña Elena, inspirado en la Tauromaquia, ha dado la vuelta al ruedo de Europa. Y ha puesto de acuerdo a todos: fue de puerta grande. Valiente y torero el gesto de la Duquesa de Lugo, que ha heredado la afición de su augusta abuela, Doña María de las Mercedes, y de su padre, Don Juan Carlos. Majestuoso y Real quite.