Hoy recuperamos una historia de hace casi dos años. En junio de 2018, el mundial de fútbol para ciegos se disputó en suelo español, concretamente en la ciudad de Madrid, y Escuelas Católicas de Madrid fue parte del equipo que lo hizo posible. Hoy, recordamos aquellos días de la mano de algunos de sus protagonistas, que nos cuentan cómo lo vivieron: Luis Pérez Macías, árbitro de fútbol sala en ECM durante muchos años y coordinador nacional de árbitros de la Federación Internacional de Deportes para Ciegos; Juan Carlos Paule, uno de los árbitros de ECM que arbitró en aquel mundial, y Carolina Gonzalo, directora del colegio Sagrado Corazón de Chamartín, sede del mundial.
Luis aún recuerda aquel campeonato con mucho cariño, pues fue un evento de dimensiones considerables. “Fue el mayor acontecimiento organizado por la Federación Española de Deporte para Ciegos (FEDC) y la ONCE en toda su historia, y poder ser un participe activo en la misma me causa todavía mucha alegría”, cuenta. Era la primera vez que 24 países participaban en un mundial de estas características, y hacía falta una sede por la zona norte de Madrid. Luis contactó con Javier Esteban, director del departamento de Deporte Escolar y Valores de ECM, y a través de ahí se propuso al colegio Sagrado Corazón de Chamartín como sede. “Estuvieron encantados con la idea desde el principio y al final se pudo llevar a cabo, cuenta el coordinador nacional de árbitros de IBSA.
Para el citado colegio del barrio de Chamartín, la experiencia fue muy positiva. Carolina Gonzalo, directora del colegio, relata el aprendizaje y el poso adquiridos tras la celebración del campeonato. “Toda la comunidad educativa se volcó con el acontecimiento. Las familias montaron un bar benéfico, los alumnos acudían a los partidos con un comportamiento ejemplar… Se les quedó grabada la importancia de que hubiera silencio”, cuenta Carolina. “Todo el personal dio lo mejor de sí, se creó un club de fans enorme”, asegura.
La propia directora cuenta cómo fue el proceso de antes, durante y después de la celebración del campeonato. “La FEDC (Federación Española de Deportes para Ciegos) se puso en contacto con nosotros, ya que buscaban un centro de las características del nuestro donde poder celebrar el mundial. Creo que nunca se imaginaron el éxito que iba a tener al hacerlo en un centro escolar”, confiesa. “Trabajar con la ONCE siempre es un placer, fue todo fácil”, cuenta Carolina Gonzalo.
La mejora para el colegio vino reflejada en las instalaciones necesarias para el campeonato, que se quedaron en el colegio una vez que concluyó. “Se necesitaban pistas de césped artificial”, cuenta Carolina. “La ONCE donó todo el césped, banquillos, lo cual nos permitió mejorar nuestras instalaciones, tener un campo de fútbol 7, alquilar las instalaciones para la liga de empresas…”, explica la responsable del colegio, que recientemente también ha sumado un polideportivo a sus instalaciones.
Volviendo a Luis Pérez Macías, el árbitro de fútbol sala de ECM y uno de los responsables del éxito del campeonato para ciegos, este anima a todo el mundo a prestar más atención a este tipo de deportes. España es ocho veces campeona de Europa en esta disciplina y ha estado varias veces en el podio de los mundiales y los Juegos Paralímpicos. “De ellos se debe aprender mucho, son jugadores no profesionales, que son capaces de suplir la falta de visión con la actitud de superación que tienen”, cuenta Luis. Una actitud que no está reñida, ni mucho menos, con la competitividad que hace emocionante al deporte. “Son deportistas como cualquier persona, hacen cosas alucinantes. Tenemos que privar más por su seguridad, pero luchan y disputan los partidos con las mismas ganas que el resto”, asegura.
Para Luis Pérez Macías, que ahora por motivos laborales se encuentra en Alemania, pero que el arbitraje es su vida, este deporte le ha enseñado mucho. “En más de 25 años activo se aprende de todo. Somos humanos y cometemos errores, pero eso no nos debe condicionar para la toma de decisiones. El deporte te enseña a gestionar momentos de tu vida cotidiana”, asegura Luis. “Echo de menos arbitrar en ECM aunque me quito el gusanillo con la Bundesliga Blind Fussball, la liga alemana de fútbol para invidentes”, confiesa.
Otro de los árbitros que tuvo el placer de dirigir partidos en aquel mundial, en el que la selección española cayó en cuartos ante Rusia, y Brasil fue la campeona, es Juan Carlos Paule. Actualmente es árbitro de fútbol sala en los Juegos Deportivos de ECM, y nos relata cómo lo vivió él. Juan Carlos se expresa en la línea de Carolina, directora del colegio Sagrado Corazón de Chamartín. “Lo que más recuerdo es cómo disfrutaban los niños del colegio en cada partido. Nos preguntaban que cómo podían jugar así y meter esos goles si no veían”, cuenta.
Para Juan Carlos, arbitrar este tipo de partidos ha supuesto un aprendizaje para su labor habitual como colegiado. “He aprendido a ser más conciliador, tener más respeto y más empatía a la hora de hablar con los jugadores”, cuenta. “De los jugadores de aquel mundial he aprendido que nada es imposible, y que con confianza, motivación y ganas todo se puede conseguir. Ellos siempre se saludaban con abrazos independientemente del resultado”, recuerda. Tanto Juan Carlos como Luis, además de otros árbitros de ECM como Ángel Alberola o Nuria Martín, participaron en dicho mundial demostrando las ganas de aprender y de colaborar del colectivo arbitral de ECM, incluso cuando el mundial coincidía con una fecha tan señalada como son los Juegos EMDE. Así vivieron los protagonistas esta bonita iniciativa que dos años más tarde sigue dejando buenos recuerdos y buenos frutos.
Iván Hernández
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