Pablo Ramos: “Participar en los Juegos EMDE fue algo muy especial y una experiencia única para los alumnos”

Eduardo Redondo.

El viaje de esta semana nos lleva hasta Villaviciosa de Odón, donde el colegio Fray Luis de León posee unas magníficas instalaciones hasta las que se trasladan en autobús todos sus alumnos para las clases de educación física y para los entrenamientos de los jugadores de sus equipos. Allí nos recibe Pablo Ramos, coordinador deportivo y profesor del centro junto a más 30 niños que forman parte de los cuatro equipos de fútbol sala que ha inscrito en la XXXVI edición de los Juegos Deportivos de Escuelas Católicas de Madrid (ECM) el Fray Luis de León.

“Para esta temporada hemos sacado cuatro equipos de competición. Es cierto que son menos que otros años en los que hemos llegado a tener hasta diez u once en diferentes categorías, pero estamos contentos. Nuestra forma de hacer los equipos es por edades para potenciar los grupos de amistad que los chicos ya tienen en el colegio. Nosotros huimos de hacer los equipos por nivel creando un equipo ‘A’ muy bueno y un ‘B’ más flojo. Lo que buscamos es crear amistades, fomentar el compañerismo y la unión entre amigos. Queremos que todos los chicos que practiquen deporte con nosotros disfruten y se lo pasen bien dentro de sus equipos”, explica Pablo.

Aunque pueda parecer un hándicap el hecho de tener que desplazar a tantos niños todos los días para los entrenamientos, los alumnos lo tienen interiorizado y para las familias representa una gran ayuda. “Nosotros ofrecemos a las familias un servicio completo que se traduce en una facilidad muy grande. Nos encargamos de traer y llevar a los chicos los días de entrenamiento desde el colegio hasta estas instalaciones. Los padres no se tienen que preocupar de llevar al club al niño a jugar y luego recogerlo, con la pérdida de tiempo que esto supone. Nosotros nos encargamos de todo y los chicos vuelven habiendo practicado deporte y listos para ir a casa” asegura el coordinador.

Como miembro del claustro de profesores Pablo hace mucho hincapié en la importancia de trasmitir los valores del centro en las actividades extraescolares: “Desde el departamento de Educación Física, en el cual me incluyo yo, tratamos de transmitir valores fundamentales como el compañerismo, el trabajo en equipo, la importancia del sacrificio, del esfuerzo diario, etc. En este sentido, hacemos mucho hincapié en los equipos de categorías base para que los chicos aprendan la importancia de los valores desde muy pequeños pensando siempre en su futuro”.

Por este motivo, en su colegio decidieron hace ya algunas temporadas participar en los Juegos Deportivos de ECM: “Nosotros elegimos la competición de Escuelas Católicas por los valores que defiende y que nosotros intentamos inculcar en el centro. Lo que buscamos es una progresión de ellos en el deporte. Esto es algo que las familias siempre nos han demandado y ahora nos muestran su satisfacción. Están todos encantados y muy emocionados con la competición. Además, a nivel de organización, desde el departamento de Deporte Escolar y Valores nos dan muchas facilidades para todo y este es otro aspecto que nosotros valoramos mucho”.

Cada temporada deportiva es una experiencia nueva para todos los jugadores, una oportunidad única de seguir creciendo y compartiendo vivencias con amigos y compañeros, pero también lo es para los entrenadores y coordinadores que trabajan formando a las personas del mañana. Ejemplo de estas experiencias fue la que vivió Pablo junto a su equipo en la pasada edición de los Juegos Nacionales EMDE que se disputaron en Torremolinos en el mes de junio. 

“La verdad que mi experiencia como coordinador del colegio en Escuelas Católicas siempre ha sido muy buena y nunca me faltarán las buenas palabras hacia el departamento de Deportes, pero si tengo que destacar algo sería lo vivido el pasado verano en Torremolinos. Fue la primera vez que participábamos en los Juegos EMDE y significó algo muy especial. Pudimos participar por haber ganado el campeonato en Madrid y creo que los chicos lo disfrutaron al máximo. Allí el resultado fue lo de menos, pero ver las caras de ilusión de los jugadores preparando el viaje, cada mañana de partido y en todos los momentos de convivencia que compartimos con otros colegios de otras provincias, fue una experiencia alucinante que esperamos poder repetir muy pronto”, recuerda con nostalgia.

En cuanto a la competición, desde el Fray Luis de León se muestran muy satisfechos con la organización, pero destacan dos posibles mejoras. “Sabemos de primera mano lo difícil que es encontrar entrenadores y monitores cada temporada y lo difícil que es encontrar árbitros, pero sería importante seguir trabajando en su formación. Por poner un pero, aunque no dependa directamente de la organización, sería el tema de las tallas en las equipaciones de McYadra para los colegios que elegimos la modalidad ‘Premium’ de inscripción. Este año, por ejemplo, hemos tenido problemas con los chicos que eran más grandes”, comenta.

Junto a Pablo, hasta Villaviciosa de Odón se trasladan cada día los delegados, en su mayoría exalumnos del centro preparados y formados para continuar con la labor educativa. “Lo principal que exigimos a nuestros delegados es que conozcan los valores del colegio. En segundo lugar, una formación, ya sea como monitores o como entrenadores del deporte que vayan a impartir. Nosotros tenemos fútbol sala, baloncesto y voleibol y, además de los conocimientos de cada deporte, les pedimos que conozcan y trasmitan los valores que, en su mayoría, nosotros mismos les hemos enseñado, porque casi todos son exalumnos del centro”, concluye.