Anda que… Me dejo hecha la columna de televisión sobre los espontáneos de esta semana prontísimo, que me tenía que ir a ‘Alaska y Coronas’ y me sale otro (repe) en el informativo de Ana Blanco, el mismo Carlos Díaz Fernández que apareció en ‘Más vale tarde‘. En fin, que hay que fuck yourself. Ahora estoy dudando si el de ‘Sálvame’ no sería el mismo. Reproduzco aquí el artículo (incompleto, claro) que se publica hoy en ABC.
Espontáneos
El lunes le tocó a Paz Padilla. El martes, a Mamen Mendizábal. Ambas tuvieron espontáneos en sus programas. Estaba Paz promocionando en ‘Sálvame’ fresones de Palos cuando apareció un tipo con un folio. No se le oía nada. Paz lo trató con amabilidad, pidió que se lo llevaran con amabilidad y volvió a los fresones. En ‘Más vale tarde’ hablaba el martes Mari Pau Domínguez y en la pantalla partida veíamos a una de esas mujeres que cantaron las cuarenta a Teófila Martínez en el pleno del ayuntamiento de Cádiz. Al tipo no se le vio pero dijo que se llamaba Carlos Díaz Fernández. Denunciaba teorías conspiratorias. Es el mismo que saltó en el Hospital Quirón a la salida de la Reina cuando operaron al Rey en septiembre (de ahí es la foto). Espontáneos inofensivos. Nada que ver con el chiflado que se presentó en el ‘Gran Hermano’ italiano intentando traspasar eso que ahora se llama perímetro de seguridad (sobre todo desde ‘24’): “Soy un nuevo concursante de GH, tengo que entrar”. Iba armado con un cuchillo y un puño americano. Y acordémonos de que en el primer GH español un simpatizante de ETA empezó a gritar en vasco y los concursantes se refugiaron en el jardín (supongo que solo lo entendería Koldo, que, aparte de vasco, era el listo, aunque no supiera quién era Katherine Hepburn). Teniendo en cuenta el sopor de tantos espacios televisivos, lo del espontáneo no es mala idea. Seguro que algunos espacios mejorarían. Igual que cortar mejora muchos textos. Lo cierto es que a veces son los personajes fijos de los programas quienes parecen espontáneos.
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