Rosa Belmonte el 28 abr, 2010 Superencontra de ver niños cantando en la tele. Mi umbral de tolerancia en gente pequeña lanzando gorgoritos está en la gran Kristin Chenoweth. Superencontra de los padres orgullosos moviendo las bocas al son de sus prodigios. Y superencontra de los brazos de Bustamante. El público, al parecer, está superafavor del niñaterío de Telecinco y en contra del de Antena 3. El mismo amor, la misma lluvia. Iba a sustituir lluvia por mierda, pero tampoco es eso, simplemente es un tostón escuchar a David Civera pasadas las doce y media de la noche cantando Que la detengan con unas niñas encantadas de conocerse. Por no hablar del italiano que empezó la cosa. Uf, esos brackets, esas gafas, ese Adagio (con un par, no es ya suficiente escuchar el manidísimo Adagio de Albinoni que encima van y le ponen letra). Que lo detengan. Mira, yo casi me quedo con el vídeo de María Lapiedra anunciando su puticlub. Lo de decir que se ha liado con Litri parece una venganza de alguien que se quiere reír de la finústica pareja Litri-Carolina Herrera. Porque no se trata sólo de que te cuelguen una infidelidad (verdadera o falsa) sino de que se trate de María Lapiedra (vamos, que no es Marilyn Monroe acostándose con un Yves Montand casado con Simone Signoret). Cuelgo el vídeo, tomado prestado de Vertelevisivos, porque tiene todo el desperdicio del mundo. De hecho, todo es desperdicio. Y, por ello, gracioso. Como la foto, que es de las audiciones de Britain’s Got Talent. La actuación de la pareja consistía en que él le daba palos en el culo mientras ella recitaba a Shakespeare. Supéralo. Hemeroteca Comentarios Rosa Belmonte el 28 abr, 2010