Tendencias demográficas y singularidades territoriales
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Por Raúl Mínguez Fuentes. Cámara de Comercio de España y Universidad Nebrija.
El Movimiento Natural de la Población (MNP) de España, según los datos definitivos del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes a 2024, revela un panorama demográfico caracterizado por la consolidación del declive natalicio, una elevada esperanza de vida y un saldo vegetativo negativo crónico. En suma, una profunda transformación de la estructura poblacional española, marcada por una población cada vez más envejecida y dependiente del saldo migratorio para su crecimiento.
Tendencias nacionales de natalidad y fecundidad
La evolución de la natalidad a lo largo del siglo muestra una curva descendente constante, situando el número de alumbramientos en mínimos históricos. Con mayor detalle, durante 2024, se registraron un total de 318.005 nacimientos en España, lo que representa una disminución del 0,8% respecto al año anterior (2.651 nacimientos menos). Esta cifra continúa la tendencia a la baja observada durante la última década, con una caída acumulada del 25,6% desde 2014.
Ilustración 1. Número de nacimientos 2014 – 2024
Fuente: INE.
El indicador coyuntural de fecundidad, que mide el número medio de hijos por mujer, se situó en 1,10 en 2024, dos centésimas menos que en el año precedente. Este nivel se encuentra muy por debajo de la tasa de reemplazo generacional (estimada en 2,1), lo que garantiza el descenso poblacional a medio y largo plazo sin el aporte migratorio. Al analizar este dato por nacionalidad, se observa que la fecundidad se redujo tanto en madres españolas (1,07) como en madres extranjeras (1,27).
Ilustración 2. Número de nacimientos según la edad de la madre 2014-2019-2024
Fuente: INE.
Ilustración 3. Número de hijos por mujer según nacionalidad
Fuente: INE.
Otro dato demográfico clave que ilustra la postergación de la maternidad es la edad media al nacimiento del primer hijo, que se mantuvo en 32,6 años en 2024. La tendencia a retrasar la maternidad se refleja también en el aumento de los nacimientos de madres de 40 o más años, que ya suponen el 10,4% del total, frente al 7,2% registrado en 2014. Además, el peso de los nacimientos de madres nacidas en el extranjero sigue aumentando, representando el 33,3% del total de alumbramientos.
Ilustración 4. Porcentaje de nacimientos de madre de nacionalidad extranjera y país de nacimiento extranjero
Fuente: INE.
La dinámica de nacimientos y defunciones resultó en un saldo vegetativo (la diferencia entre ambos fenómenos) negativo de -116.056 personas en 2024. Este es el octavo año consecutivo en que el crecimiento natural de la población española es negativo, lo que ilustra el proceso de “muerte demográfica” del país sin la compensación migratoria.
Ilustración 5. Saldo vegetativo. 2014 – 2024
Fuente: INE.
Evidencias regionales
El análisis regional, vital para entender las disparidades territoriales en España, revela un patrón desigual en el crecimiento natural, aunque dominado por el déficit en casi todo el territorio. En particular, en 2024 la gran mayoría de las CCAA registraron saldos vegetativos negativos. Sin embargo, tres comunidades lograron mantener un balance natural positivo (datos provisionales de la Estimación Mensual de Nacimientos y Defunciones, complementarios al MNP): Madrid (crecimiento vegetativo positivo con saldo de +2.707 personas), Murcia (+852 personas), Baleares (+237 personas).
El déficit vegetativo más acentuado se concentró en las regiones más envejecidas y con menor tasa de natalidad: Galicia (con el mayor déficit absoluto, -19.333 personas), Castilla y León (-16.385 personas), Cataluña (-13.668 personas) y Andalucía (-13.038 personas). Asturias y el País Vasco también destacaron con saldos negativos abultados, reflejando el fuerte impacto del envejecimiento en el Norte de España.
Ilustración 6. Saldo vegetativo por comunidades autónomas. 2024Nacimientos-defunciones
Fuente: INE.
En cuanto a la evolución de los nacimientos, también hubo fuertes contrastes en 2024: Baleares (+5,7%) y Cantabria (+13,3%) registraron los incrementos de natalidad más destacados respecto al año anterior, junto con Madrid (+4,7%) y Castilla y León (+5,0%). En el lado opuesto, las mayores caídas en el número de nacimientos se concentraron en Galicia (-4,4%), País Vasco (-3,7%) y Canarias (-2,3%), lo que agrava aún más su situación de déficit vegetativo.
En perspectiva, como muestra la siguiente tabla, el balance en lo que va de siglo arroja una perspectiva implacable y desalentadora, con caídas generalizadas en los nacimientos en todas las regiones.
Ilustración 7. Nacimientos por comunidades y ciudades autónomas. 2000-2024
Fuente: INE.
En resumen, la estadística del MNP de 2024 proyecta la imagen de un país con una longevidad excepcional, ilustrada por la esperanza de vida superior a los 84 años, pero que afronta un desafío demográfico estructural con una fecundidad históricamente baja y un crecimiento natural negativo. Una evidencia común a todo el territorio en su tendencia, pero que también incorpora una fuerte disparidad demográfica entre el centro y la costa frente a las comunidades del interior y el noroeste español.
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