Toni Ponce el 13 ene, 2017 Que nos digan la verdad. Que no se anden con rodeos. Total, ya tenemos la piel bien dura de tanta tropelía. Entonces, ¿por qué no hacer de la sinceridad el caballo de Troya de la política? Ante los cientos de propuestas electorales que se marchitan al poco de prometerse, en Demasiado al este es el oeste al menos sus protagonistas son honestos. Si el teatro que te llama es el que subvierte la realidad y te hace pensar, Oferplan ABC te ofrece entradas por 10 € para ver esta obra del Teatro Lara de Madrid entre el 12 de enero y el 9 de febrero. Con humor. Porque es una de las mejores vías para explicar la realidad, si se hace bien, claro está. Alfonso Mendiguchía escribe y dirige esta obra que se sirve de la acidez para hacer reír y pensar al mismo tiempo al espectador ávido de contenidos contemporáneos que le permitan profundizar en el contexto actual. Como ya nos tiene acostumbrados la compañía responsable, Los Absurdos Teatro, vuelve a servir una producción crítica, en la línea de la anterior Manténgase a la espera. Aunque ahora, Demasiado al este es el oeste se sirve de Patricia Estremera, Alfonso Mendiguchía y Jorge Gonzalo como protagonistas de la creación de un nuevo partido político. Uno improvisado pero muy especial. Este nuevo partido no se basa en colores o lados del hemiciclo político. Se basa en propuestas honestas. Brutalmente honestas. En su programa no falta las muestras de ética. Bueno, de la ausencia de ella. La normalización del abuso personal es una de sus medidas estrellas. Lejos quedan aquellos partidos continuistas, de vieja o nueva casta, que prácticamente dicen lo mismo. Con gran verborrea, los actores hilan una hoja de ruta a base de propuestas descacharrantes. Una retahíla de reflexiones sobre la cotidianidad que les rodea y a la que intentan dar forma de un nuevo partido político con el que pretenden rescatar el panorama reinante. Todas ellas imposibles en la teoría y en la práctica, aunque el público se ría nervioso al comprobar que la gran mayoría no están tan alejadas de la praxis política actual. De tan incoherentes que son, el trío protagonista de Demasiado al este es el oeste resulta ser hasta creíble. O, como mínimo, digno de ser tenido en cuenta para unos posibles comicios. El trabajo que realizan Estremera, el propio Mendiguchía y Gonzalo sobre las tablas sorprende. Sorprende por lo atropellado del discurso, por lo acelerado, en el que las frases ingeniosas se suceden sin apenas dar tiempo a asimilarlas. Vamos, que su memoria es de órdago, ya que parece casi imposible recordar cada frase en unos dialogos que no ayudan a hilar pero que tienen tanto sentido como sinsentido. Una obra recomendada para pensar y pasar un buen rato, de la que del desvarío de estos neo-políticos que deciden cambiar el mundo desde la azotea de su edificio deberían aprender más de uno de los que se dedican a ejercer esta denostada profesión. Teatro Comentarios Toni Ponce el 13 ene, 2017