Es un éxito entre la hinchada, sobre todo la femenina, y en muchas de las tiendas oficiales que tiene el club en el mundo ha agotado existencias en más de una ocasión, pero los jugadores no quieren ni verla. Hablamos de la famosa camiseta rosa, la segunda equipación del Real Madrid para la vigente temporada, escondida en el baúl de los recuerdos desde finales de agosto. Solo dos veces ha utilizado el conjunto merengue esta elástica en los seis meses y medio de competición que ya se han disputado. La primera fue ante la Roma, en un partido de pretemporada: 1-0 para los italianos. La otra ocasión, ya en encuentro oficial, fue en la segunda jornada de Liga, en Anoeta. Allí se produjo una de las derrotas más duras de la era Ancelotti: 4-2. Desde entonces, Ronaldo, Bale, Ramos y cía no quieren ni oír mencionar la camiseta rosa.
De hecho, desde la hecatombe en San Sebastián, cualquier salida en la que el Madrid ha tenido que prescindir de su camiseta blanca lo ha hecho en favor de la negra del dragón. Solo en Mestalla, en el primer partido del año 2015, el club se planteó utilizar el rosa por la coincidencia del color de pantalón, pero los jugadores se negaron. Finalmente, el árbitro no puso pegas y a pesar de que Valencia y Madrid disputaron aquel choque con el mismo color de pantalón, el equipo logró que la camiseta ‘gafe’ siguiera bien escondido.
Pero ha llegado la UEFA, que con estos asuntos no se anda con tonterías, y ha obligado al Madrid a quitarle el polvo a la equipación rosa. Esta noche, ante el Schalke 04, los de Ancelotti tendrán que jugar con esta camiseta, una vez que el máximo organismo del fútbol europeo no haya aceptado que ambos equipos jueguen con tonalidades oscuras. Veremos si el mal fario del rosa, como ya ocurriera la pasada temporada con la maldición alemana, queda enterrado en Gelsenkirchen. A partir de las 20.45 horas, el campeón de Europa tiene la respuesta.
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