Justo mediada la primera mitad en Mestalla (0-1 en el marcador), con las Fallas adelantadas a enero en Valencia a tenor de la ensordecedora «música de viento» por parte de la afición ché, Jonas se pega un «piscinazo» en la cara de Teixeira Vitienes más propio de Phelps que de un futbolista de Primera División. El «trencilla», bien colocado, le amonesta. Y Mestalla, encolerizada desde el segundo uno de partido, estalla: «Así, así, así gana el Madrid». Este famoso cántico, sembrado en tierras asturianas de El Molinón allá por 1979, es desde hace ya 33 años la «nana» preferida cuando la ira local sale a pasear en los campos donde juega el Madrid. Y, ayer, en el otrora Luis Casanova, despachaban colmillos retorcidos por toneladas, algo ya, por cierto, bastante rutinario en cada visita del Real Madrid a la capital del Turia.
Normalmente, son actuaciones arbitrales precedentes (como la de Copa de la pasada semana) las que suelen alterar las pulsaciones de los valencianistas cuando el blanco y morado asoma por Mestalla. Aunque, a veces (la felonía de «birlarle» a Mijatovic, verbigracias) son otras razones que no van de negro, las que invitan a la afición ché a calentar los partidos porque sí. Porque yo lo valgo, vamos. El desenlace de toda esta «guerra» interminable y absurda que monta el Valencia (afición, jugadores, cuerpo técnico, directivos y presidente) contra el Madrid, una y otra vez, es nefasta. Y aún así, insisten en hacerse los William Wallace y sacar las armas una temporada sí y otra también.
En las últimas seis temporadas, el Madrid ha «humillado» al Valencia en su campo endosándole un 1-5 en 2007, un 3-6 en 2011 y, ayer, un 0-5. Y no le metieron diez porque no quisieron y porque Diego Alves es muy bueno. Deberían comenzar a considerar que quizás no son los colegiados los que provocan una derrota tras otra ché en los Valencia-Madrid y viceversa. Quizás, un poco de autocrítica y menos lamentos por parte del club, y más animar y menos pitar por parte de la afición, sería mejor táctica para el Valencia si quiere hacerle frente algún día al Madrid. En tres días, tienen una nueva oportunidad de echarle más sentido común al fútbol y menos ruido baldío si quieren sacar algo positivo de sus cara a cara con los blancos. Mientras tanto, eso sí, pueden seguir gritando desconsolados aquello de «Así, así, así gana el Madrid».
Real Madrid Ruben Cañizaresel