60 metros en apenas ocho segundos. Medio campo de fútbol recorrido en un espectacular sprint lleno de curvas y baches en el minuto 85 de toda una final de Copa del Rey contra el eterno rival, el Barcelona. Una cabalgada más propia de un jugador de rugby que de un futbolista. Sí, Gareth hizo ensayo, pero con la puntera de su pie bajo las piernas de Pinto en vez de con la mano. Sólo los elegidos son capaces de entrar de ese brillante modo en el firmamento del mejor club del mundo. Y sólo tiene 24 años. Su apoteósico tanto en Mestalla que valía la decimonovena Copa del Rey del Real Madrid ya forma parte de una exclusiva e histórica lista de golazos de la era moderna del conjunto blanco.
El primero, en orden cronológico, es el de Pedja Mijatovic. Quizás no sea su belleza lo mejor de aquel tanto del montenegrino el 20 de mayo de 1998 en el Amsterdam Arena. Pero aquel gol significó una Copa de Europa, la Séptima, 32 años después sin levantarla.
Siete meses después, el 1 de diciembre de 1998, gracias a la «Orejona» conquistada ante la Juventus, el Madrid disputó y ganó la Copa Intercontinental. Lo haría gracias a uno de los mejores tantos con la elástica blanca del mítico Raúl González. Su famoso «Aguanís» ante el Vasco de Gama, cuando también agonizaba el partido e iba camino de la prórroga, le dio a los blancos su segunda Copa Intercontinental.
El 15 de mayo de 2002, el Madrid de los galácticos conquistaba en Glasgow la Nóvena Copa de Europa de la entidad, una Champions con un claro nombre y apellidos: Zinedine Zidane. Su golazo de volea ante el Bayer Leverkusen es el mejor gol de la historia de la competición para la UEFA
Antes que Bale, Cristiano ya dejó su huella blanca en una final de la Copa del Rey. Fue en la de 2011. También ganada al Barça gracias al tanto del luso en la prórroga. Di María centró desde la izquierda tras una pared con Marcelo y en el segundo palo de la portería de Pinto, emergió la figura de Ronaldo con uno de sus portentosos remates de cabeza.
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