La Justicia está bloqueada desde enero. Las sucesivas huelgas de diferentes cuerpos de funcionarios han puesto contra las cuerdas a los ciudadanos, ven cómo se aplazan sus causas ad eternum, y la situación es realmente insostenible para los despachos de abogados y procuradores que llevan cinco meses ¡cinco!, sin facturar nada. Mientras tanto, el Ministerio de Justicia con las elecciones a la vuelta de la esquina parece no tener ni prisa ni interés por acercar posturas.
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