Victor de la Serna, la describió como “la perla de la costa y una de las últimas grandes obras de una época que no volverá».
Y dos meses, o poco mas, es el plazo que tenemos para conocer esta joya y sus preciosos jardines, situados en el recóndito pueblo de El Pito, en el camino de Cudillero. Sencillamente porque serán dos meses más (hasta el 30 de Septiembre) el tiempo que se mantendrá abierto, con motivo de la celebración de los 25 años de la Fundación Selgas-Fagalde, como oportunidad para conocer el palacio, su colección de arte, sus magnÃficos jardines y una exposición de 11 retratos españoles cedidos durante este tiempo por el Museo del Prado. Cesión, por cierto, que se da gracias a las negociaciones de la Fundación con la entidad, y que ha logrado a cambio, la restauración en los talleres del museo de algunas de las mejores obras de su colección pictórica, compuesta por nombres como Goya, Greco, Morales, Rubens, Conrado Giaquinto, Jean Courtois, Maellas, Van Loo… además de una más que magnÃfica colección de tapices.
En fin, un buen número de obras de arte, que duermen allà el sueño de los justos, pues cuando no hay exposición pública (obligatoria dirÃa yo), las puertas se cierran a cal y canto durante varios años, con la excusa de arreglos y restauraciones. La última fue en 2012 y 4 años después, ha abierto de nuevo sus puertas el 2 de Julio pasado, con la exposición de retratos que atrae hasta aquà a mucho visitante deseoso de contemplar ante todo, el palacio y los jardines, en una visita, incomoda tengo que decirlo, por las condiciones draconianas que obligan a aceptar al visitante y al exceso de celo de los conservadores que no dejan ni sacar el móvil para tomar notas, ni hacer fotos en el exterior, ni por supuesto en el interior (eso lo entiendo).
Y se preguntaran ustedes ¿qué hará un Versalles en El Pito? La historia de la casa y la familia, es de esas que provocan curiosidad. Dos hermanos de una familia de 8, heredan una cantidad de dinero de sus padres, propietarios de un negocio de ultramarinos en Asturias. Uno de los mayores Ezequiel, con mucho ojo para los negocios empresariales y financieros relacionados con las grandes empresas del Ibex de la época, (Banesto, Rio Tinto, Ferrocarriles etc,) hace amigos en la capital a todos los niveles, entre otros con los Marqueses de Urquijo o de Salamanca con el que se asoció para llevar a cabo el ensanche de Madrid. Ezequiel  se enriquece cada vez mas, ocupando su dinero en darle una educación exquisita a su hermano pequeño, Fortunato, lo que le lleva a convertirse en un intelectual reconocido, arqueólogo, historiador, amante del arte, buen conocedor de la pintura y de la escultura desde el renacimiento y un gran viajero, que va invirtiendo y adquiriendo obras (como hacÃan entonces muchas familias).
Ambos fallecen en el primer tercio del siglo XX, el mayor sin descendencia y son los hijos de Fortunato, casados con dos hermanas Fagalde, los que heredan las propiedades familiares y el patrimonio con la condición de mantenerlo unido y asà lo hacen, hasta que fallecen ellos y posteriormente en los 90 del siglo pasado, sus mujeres sin descendencia, con lo que legan sus bienes a una fundación que lleva su nombre y que tiene dos premisas: la conservación y la divulgación de sus bienes.
El palacio de inspiración francesa, fue construido entre 1880 y 1895 por Ezequiel y Fortunato Selgas en un terreno heredado de sus padres, y fueron ellos mismos sobre todo el menor, el que se ocupó del trazado de planos encargando la construcción al arquitecto Vicente Lamperez. Desde el principio, los hermanos quisieron dar un enfoque de mecenazgo y coleccionismo a esta casa y contrataron los servicios de grandes ebanistas, pintores y artistas internacionales, para la decoración de suelos, techos y ornamentos. Además de un ingeniero fumista traÃdo de Bélgica, que se ocupó solo del diseño de la cocina, modernÃsima para la época. Las pinturas y obras de arte fueron seleccionadas por ellos mismos, en colaboración con marchantes de arte internacionales. Y asÃ, sólo en pintura cuentan con mas de 200 obras de las escuelas italiana, española, francesa y flamenca de los siglos XV al XIX, además de una colección de tapices, cristalerÃas, porcelanas, orfebrerÃa, relojes y mobiliario elegido personalmente por los hermanos ya que en todo esto, la familia volcó sin regateos el refinamiento y la grandiosidad de una burguesÃa culta y amante de las artes.
La casa y toda su decoración se mantiene hoy tal y como estaba, tan solo se puede adivinar un disparo de pistola de la Guerra Civil en un espejo. Por su parte hay dos historias curiosas entre las pinturas, la primera, el descubrimiento por Jesús Urrea, entonces director del Museo del Prado, de la primera obra documentada de Goya, un Anibal cruzando los Alpes, (que se encontraba perdida y hoy cedida al Prado y una Asunción de la Virgen de El Greco, (robada en 1936 y que se logró recuperar en los Estados Unidos en 1975.
Por otra parte están el pabellón de tapices (que aloja la exposición temporal) y el de invitados, dos construcciones levantadas en los años 50 por los hijos de Fortunato, aunque lo mas reseñable del conjunto son sus jardines.
La casa se encuentra rodeada de un parque de 9 has y en él fueron diseñados tres tipos de jardines con la ayuda de Henry Rigoreau Jouvert, de  la Escuela de paisajismo de Versalles, que trazó un espacio de parterres y avenidas geométricos, ordenados al modo francés en la entrada principal del Palacio. En la parte posterior se encuentra, mucho mas salvaje un gran jardÃn ingles salpicado por lagos, kioscos, cenadores, templetes y un invernadero traÃdo desde Inglaterra por Ezequiel para cultivar plantas y flores para la casa y en cuyos paseos se pueden encontrar araucarias, ginkgo biloba, secuoyas y especies traÃdas desde América Japón o Australia. Entre el edificio principal y los dos pabellones se encuentra un jardÃn italiano inspirado en la arquitectura renacentista.
Estos jardines fueron considerados hace 10 años el mejor jardÃn español por la Asamblea General de la Sociedad de Amigos del Real JardÃn Botánico.
El palacio, los jardines y la exposición de Retratos del Museo del Prado se puede visitar todos los dÃas hasta el 30 de Septiembre de 11.00 a 20.00 horas con un precio de 7€. para más información  www.selgas-fagalde.com
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