Algunos expertos en salud aconsejan a la gente comer una naranja y beber agua en lugar de optar por un zumo azucarado. Pero un estudio publicado en el “ Journal of Agricultural and Food Chemistry, de la Sociedad de Química Americana, que la cuestión no está tan clara. Aunque el zumo tiene un elevado contenido de azúcar, los científicos encontraron que ciertos nutrientes del zumo de naranja podría ser más fáciles de absorber para el organismo que cuando provienen directamente de la fruta.
Las naranjas son ricas en nutrientes como los carotenoides y flavonoides que, entre otros beneficios, potencialmente pueden ayudar a reducir el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares. Pero muchas personas prefieren beber un vaso de zumo de naranja en vez de comer la fruta. Dejando el contenido de azúcar a un lado, ¿ambas opciones tienen los mismos beneficios nutricionales?
Los investigadores encontraron el proceso de pasteurización del zumo de naranja rebaja ligeramente los niveles de carotenoides y vitamina C. Esto a priori podría parecer una desventaja. Pero hay letra pequeña: Cuando se ingieren en forma de zumo se mejora significativamente bioaccesibilidad de carotenoides y vitamina C bioaccesibilidad. La palabra bioaccesibilidad se refiere a la cantidad de ellos que el organismo puede absorber y utilizar. Y contrariamente a lo que se comúnmente se cree, aunque al exprimir las naranjas disminuyen drásticamente los niveles de los beneficiosos flavonoides, los que quedaban eran mucho más accesibles para el organismo que los que provienen de los gajos de naranja. Pero ojo, todo con moderación, como decía el médico Grande Covián: “Poco de todo y mucho de nada”
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