Sandra Serrano
La última jornada del calendario de la vigesimoséptima edición de los Juegos Deportivos de Escuelas Católicas de Madrid (ECM) disputada el pasado sábado, 21 de mayo, trajo consigo las seminales y finales de baloncesto cadete femenino.
Una apasionante “final four” protagonizada por Mater Immaculata “A”, Virgen de Mirasierra “A”, San Patricio Soto y BVM Irlandesas, que acabó con uno de ellos proclamándose campeón de liga sobre la cancha del colegio Amor de Dios en la calle Esparta 14.
Tras una mañana apoteósica en busca del pase a la final, la lucha por el bronce comenzó a las 17:30 h. entre Virgen de Mirasierra “A” y San Patricio Soto.
A un lado del campo, el equipo de Mirasierra compuesto por Miriam, Carlota A., Clara, Paula, Carolina, Elena, Itziar, Ana, Micaela, Carlota F. y el apoyo incondicional de Neva (jugadora lesionada) bajo las directrices de Carolina Moyano; al otro, San Patricio, con Iranzu Drake y sus pupilas, Laura, María V., Iciar, Adriana, Claudia, Marta, Clara, Nuria y Alba.
El primer cuarto fue el más igualado de todos, 6 – 10, ya que ambos quintetos arrancaron con mucha energía y moviendo muy rápidamente el balón. Sin embargo, durante los siguientes diez minutos, el conjunto de San Patricio comenzó a tomar ventaja gracias a varios ataques muy bien organizados. De esta forma, consiguieron lograr el mismo parcial anterior (11 – 20).
Durante la segunda mitad del encuentro, Mirasierra no subió a canasta con la misma intensidad que antes a pesar de seguir defendiendo la canasta con ahínco.
El cansancio acumulado del primer partido del día comenzó a notarse en el segundo y ambos equipos sufrieron para alcanzar el aro; la probabilidad de encestar disminuyó con cada minuto consumido.
Por eso, el equipo ganador fue aquel que supo dar con la forma de dosificar la energía entre la defensa y el ataque y así, con la mente puesta ya en el bronce, María Valdés (16) apoyada por sus compañeras de campo y banquillo anotó los únicos seis puntos del último cuarto cerrando definitivamente el marcador con 13 – 34 a favor de su equipo, San Patricio Soto.
La gran final
Acto seguido, comenzó la gran final entre el azul de
“A” y el verde de BVM Irlandesas.
El dúo de entrenadores compuesto por Andrés Zapata y Eduardo Álvarez acudieron a la cita con nueve jugadoras Inés, María, Alba, Marta, Miriam, Irene, Blanca, Marina y Julia. Entretanto, Juan Antonio Paz y María Ascensión Velásquez llegaron al campo con la plantilla al completo formada por Fátima, Eva, Cristina, Lucía, María G., Paloma, María S., Alba, Raquel, María V., Beatriz y Covadonga.
Nada más empezar, Blanca Rives (10) se hizo con el balón y, en un abrir y cerrar de ojos, dejó claras las intenciones de Mater. Conscientes de lo que estaba en juego, el título de campeonas, las compañeras de Blanca no se quedaron atrás, María Piedra (2), Marina Rivero (3) y la capitana, Marta Sampedro (12), contribuyeron en los 16 puntos del primer cuarto.
La abrumadora potencia de Mater en los contraataques fue clave para aumentar, considerablemente, la distancia en el marcador durante la primera mitad del encuentro, 31 – 5. La afición saltó de júbilo con los dos fantásticos triples, uno detrás de otro, de Julia García-Mauriño (11) y Marina Rivero (3).
Tras el descanso, el quinteto de Irlandesas obtuvo el mejor parcial de los cuatro, cogiendo los rebotes bajo la canasta y transformándolos en contraataques; Fátima Cervera (15) anotó seis de los siete puntos. La grada de verde vibró de emoción ante los indicios de la remontada; Irlandesas no se dio por vencido y con un cuarto por delante continúo luchando sin perder el aliento.
En la recta final, cuando solo un pequeño esfuerzo más recompensaría con creces todo el esfuerzo realizado, Mater apretó de nuevo con Sampedro y Piedra a la cabeza volviendo a dar el do de pecho.
Finalmente, la gloria se materializó. Cuando el colegiado pitó el final del partido, las jugadoras del equipo “A” de Mater Immaculata brincaron de alegría y emoción proclamándose campeonas de la temporada 2015 -2016 tras un partidazo donde ambos equipos dieron de sí mismos lo mejor que tenían (42 – 15).
Entretanto, en Salesianos San Miguel, el equipo sénior de fútbol sala de Claret se proclamó campeón de liga cuando el gol de la victoria sorprendió a la defensa de Santa Ana y San Rafael en el último minuto.
En la cancha Pilar Quijadael